En un juicio, normalmente es el juez o la jueza quien cita a los testigos.

Quién cita a los testigos en un juicio
El juez puede requerir a una persona que se presente ante el tribunal en calidad de testigo para prestar declaración en el juicio, ya sea a petición de una de las partes o de oficio.
En España, la citación de los testigos en un juicio es responsabilidad del Juzgado o Tribunal correspondiente, a través del Secretario Judicial o Letrado de la Administración de Justicia.
Por lo general, en el sistema judicial español, las partes en un juicio, como los demandantes y los demandados, son responsables de proporcionar a la corte una lista de testigos que desean llamar a declarar en el juicio. Posteriormente, el juez o tribunal, a través del secretario judicial o funcionario correspondiente, emitirá las citaciones oficiales para los testigos, indicando la fecha, hora y lugar en que deben comparecer.
Una vez que se haya fijado la fecha del juicio, el Juzgado o Tribunal notificará a las partes interesadas la fecha y hora del juicio, así como la lista de testigos que han sido citados para comparecer en el mismo. Estos testigos serán citados por el propio Juzgado o Tribunal, y en caso de no comparecer, podrán ser sancionados.
Cabe destacar que, en algunos casos, las partes pueden solicitar la citación de testigos específicos, presentando una petición escrita al Juzgado o Tribunal con la debida antelación. En este caso, será el propio Juzgado o Tribunal el encargado de realizar la citación de dichos testigos.
En cualquier caso, los testigos que son citados por el juez o por las partes están obligados a comparecer ante el tribunal y prestar declaración bajo juramento. Si un testigo citado no se presenta ante el tribunal sin causa justificada, puede ser sancionado por desobediencia a la autoridad judicial.
En algunos casos, las partes pueden presentar una lista de testigos que desean que sean citados al juicio. En ese caso, el juez puede aceptar o rechazar la solicitud de citación de testigos presentada por las partes, teniendo en cuenta la relevancia de la declaración del testigo para el caso y otros factores pertinentes.
Los testigos tienen la obligación legal de comparecer ante el tribunal cuando son citados y prestar testimonio bajo juramento o promesa de decir la verdad. En caso de no comparecer sin una justificación válida, los testigos pueden ser sancionados por desacato al tribunal.