Me acusan de un delito de daños ¿Qué hago?

¿Te acusan de un delito de daños en una propiedad ajena y no sabes qué hacer? En este artículo te explico lo que debes hacer si te acusan de causar daños (delito de daños) en España.

delito de daños

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Qué es el delito de daños

Alguien comete un delito de daños en España cuando destruye total o parcialmente la propiedad ajena. El delito de daños supone que la destrucción de la propiedad no se hace con intención de apropiarse de ella o de lucrarse con su venta.

El objeto dañado puede ser de propiedad pública o privada, pero tiene que se algo material. El delito de daños no contempla los daños morales.

El delito de daños tiene en cuenta sólo el valor material de lo destruido, no tiene en cuenta el valor sentimental o el daño patrimonial que supone para la víctima, por ejemplo, si el objeto destruido es una máquina que le sirve a la víctima para ganarse la vida. La única excepción es si el objeto destruido o dañado es un sistema informático.

El delito de daños supone que el autor lo hace con intención (dolo), es decir, que lo ha hecho a sabiendas de que estaba causando un daño, no lo ha hecho sin darse cuenta. También se considera delito en el caso de imprudencia, es decir, si haces algo sabiendo que puede provocar un daño en la propiedad de un tercero.

El objetivo último del daño no se tiene en cuenta en este delito, da lo mismo que el autor lo haya hecho por diversión, por venganza o para lucrarse, lo que importa es el valor del daño causado.

El castigo por un delito de daños

Excepto en casos graves, el delito de daños no se castiga con pena de cárcel, sino con una multa cuya cuantía la fija el juez en función de los daños causados y los recursos económicos del condenado. Si los daños no superan los 400€, se considera un delito leve y la multa será menor.

Agravantes del delito de daños

Además de la multa, el delito de daños está penado con hasta tres años de cárcel si se dan alguna de las siguientes circunstancias agravantes:

  • Si los daños causan la ruina del propietario.
  • Si los daños se realizan contra un bien público, por ejemplo, la marquesina de una parada de autobús.
  • Si se provoca una infección en una explotación ganadera.
  • Si se emplean sustancias venenosas o corrosivas.
  • Si los daños afectan a la defensa nacional.
  • Si los daños son consecuencia de provocar un incendio.

El delito de daños informáticos

El Código Penal castiga con un mínimo de 6 meses de prisión el delito de daños informáticos, que consiste en borrar o dañar los datos o los programas informáticos en un ordenador que no es tuyo. En casos graves, la pena puede ser de hasta 3 años de prisión, por ejemplo…

  • Si los daños afectan al sistema informático de una empresa o al de una administración pública.
  • Si los daños informáticos afectan a un servicio público esencial, como puede ser un hospital.
  • Si facilitas la contraseña a alguien para que pueda acceder al sistema informático de una organización (pública o privada) o si instalas un virus informático para permitir el acceso a terceros.

El lucro cesante

Además de tener que pagar la multa, el propietario puede reclamar al autor del delito una indemnización por el lucro cesante, es decir, por la cantidad de dinero que ha dejado de ganar durante el tiempo en que no ha podido utilizar su propiedad.

Por ejemplo, si ha tenido que cerrar un establecimiento hostelero para reparar los daños, tendrás que indemnizar al dueño por las ganancias que ha dejado de percibir durante ese tiempo.

Qué hacer si te acusan de un delito de daños

Si te acusan de cometer un delito de daños (causar daños en la propiedad de alguien) en España, puedes tener un grave problema si no sigues los consejos que te vamos a dar a continuación.

Mantén la calma

Para hacer frente a una acusación por un delito de daños, lo primero tienes que mantener la calma, aunque debes ser consciente de que tienes un grave problema. Si no te lo tomas en serio, una acusación por daños te puede incluso llevar a la cárcel en algunos casos.

Recuerda que en España, quien acusa tiene la carga de la prueba. Es decir, que la persona que acusa tiene que demostrar con pruebas (obtenidas legalmente) que has cometido algún delito.

Muchas personas acusadas de un delito grave como el delito de daños pasan por una fase de negación y no hacen nada hasta que ya es muy tarde para organizar su defensa legal.

Supongamos que alguien te acusa de causar daños y no te tomas en serio la acusación porque piensas que se trata de algo sin importancia. Si no tomas inmediatamente medidas, te puedes encontrar con una condena por un delito de daños que te puede llevar a la cárcel en ciertos casos.

Busca un abogado experto en delitos contra la propiedad

Si te acusan de vender un delito de daños, lo primero que debes hacer es buscar un buen abogado, cuanto antes, mejor. Pero no contactes con cualquier abogado, busca un abogado penalista que sea experto en la defensa de personas acusadas de un delito de daños, un abogado con experiencia en delitos contra la propiedad.

Una acusación de daños es un asunto demasiado serio como para ponerse en manos de cualquier abogado. Muchos abogados trabajan sobre todo en temas civiles y de familia (divorcios y demás), no son especialistas en Derecho Penal, mucho menos en delitos contra la propiedad.

Tu abogado te informará de tus derechos, por ejemplo, si tienes obligación de permitir a la policía que registre tu vivienda.

También te informará de la pena que te podría caer si resultas condenado por un delito de daños.

También te dará consejos sobre lo que debes o no debes decir durante el juicio.

También te aconsejará sobre la conveniencia de llegar a un acuerdo con el fiscal para que reduzca la gravedad de la acusación.

Lo ideal es que el juez de instrucción archive la denuncia, pero un buen abogado debe estar preparado para llegar a juicio si es necesario.

Por desgracia, muchos abogados tienen miedo de ir a juicio y buscan llegar a una conformidad con fiscalía admitiendo la culpabilidad de su defendido a cambio de una reducción en la pena, sin ni siquiera intentar una defensa.

Hay quien piensa que porque tengas un abogado particular, los jueces pensarán que eres culpable. De hecho, ocurre al contrario, si tienes un abogado desde el primer momento en que alguien te acusa de haber cometido un delito, es más probable que puedas demostrar tu inocencia.

Si no haces nada para desacreditar las pruebas que aporta la acusación, es mucho más probable que te condenen en un juicio.

Según la Constitución, toda persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Sin embargo, si no cuentas con un buen abogado que te ayude a desmontar la versión de la acusación, puede que finalmente demuestren tu culpabilidad.

Importante: no ocultes información a tu abogado pensando que algo no es relevante o que no va a salir en el juicio, porque mi experiencia es que siempre sale.

Si en el juicio sale algo que tu abogado desconocía, no tendrá preparada una estrategia de defensa y el caso se puede torcer en tu contra, porque puede que los hechos te dejen en muy mal lugar.

No hables con nadie sobre el tema

No hables con nadie sobre la acusación de daños. Esto incluye amigos, familiares o compañeros de trabajo, ya que el fiscal podría citarlos como testigos para que declaren en el juicio.

Recuerda que los testigos están obligados a decir la verdad en un juicio y que casi nadie se atreve a cometer un posible delito de falso testimonio e ir a la cárcel por salvarte a ti, por muy amigos tuyos que sean.

No declares en comisaría, es tu derecho

Salvo que tu abogado te diga lo contrario, no digas nada si te llaman a declarar en comisaría (es tu derecho constitucional). Esto es lo que hacen los delincuentes habituales, por algo será.

Casi siempre es mejor esperar a dar tu versión de los hechos delante del juez de instrucción, una vez que tu abogado haya podido ver los cargos que la policía tiene contra ti.

No pienses que el hecho de acogerse a tu derecho a no declarar en comisaría te hace parecer culpable. Acogerse a tu derecho a no declarar en comisaría no indica nada sobre tu culpabilidad.

Otra cosa sería negarse a declarar ante el juez, pero para ese momento tu abogado habrá podido ver los cargos y te habrá aconsejado sobre lo que tienes que decir.

Puede que no hayas hecho nada y que eres totalmente inocente de lo que se te acusa, pero también puede ocurrir que, sin buscarlo, te hayas metido en un lío. Declarando en comisaría no vas a arreglar nada y tan sólo puedes empeorar las cosas.

No intentes convencer a la policía de tu inocencia

Si alguien te acusa de daños, aunque sea una acusación falsa o un error, no cedas a la tentación de intentar convencer a la policía de que no has cometido el delito de que te acusan. Lo mejor es decir, NO voy a decir nada si mi abogado no está presente.

Tu abogado es el único capacitado para valorar si tu participación en los hechos de que se te acusa suponen, por ejemplo, un caso de colaboración necesaria, de encubrimiento, o de causa mayor.

Salvo que te lo aconseje tu abogado, lo mejor es permanecer callado y no responder a las preguntas de la policía. Es la única opción que, al menos, te asegura que no vas a empeorar las cosas. No te preocupes, que tendrás tu oportunidad para dar tu versión de los hechos cuando estés delante del juez.

El hecho de no haber declarado en comisaría no te hace parecer culpable a los ojos del juez, pero si dices algo que pueda perjudicarte, luego es muy difícil desdecirse, ya que no resulta creíble.

Además, todo el mundo está tan nervioso cuando declara ante la policía, especialmente si eres inocente, que es muy posible que, al contar tu versión de los hechos, olvides algunos detalles que quizás recuerdes cuando estés delante del juez.

El hecho de que la versión que has dado a la policía no coincida exactamente con la que das delante del juez puede parecer que estabas ocultando cosas, o que te has inventado algo, aunque en realidad sea tan sólo un fallo de memoria debido a los nervios. Por eso, es mejor acogerse a tu derecho a no declarar delante de la policía.

Es mucho mejor explicar tu versión de los hechos a tu abogado durante la reunión en privado a la que tienes derecho. Tu abogado es quien puede valorar si tienes algo que ver con aquello de lo que se te acusa o si se trata de un error.

Puede que tu participación en los hechos, por pequeña que sea, pudiera ser constitutiva de un delito de colaboración o de encubrimiento. Por eso es mejor dejar que sea tu abogado el que te diga qué es lo que deberías declarar ante el juez.

Recuerda que la policía no está para decidir si eres inocente o culpable, sino para investigar los hechos por orden del juez.

No mientas a la policía

Si la policía te pregunta algo, nunca mientas. Mentir siempre te deja en un mal lugar, además de que podría constituir un delito de entorpecimiento a la justicia.

Es mejor acogerse a tu derecho a no declarar que insistir en algo que luego se puede demostrar fácilmente que no es verdad.

Escribe un relato de los hechos

Escribe en un relato pormenorizado de tu versión de los hechos. Esto te ayudará a recordar hasta el último detalle.

Dale una copia del relato a tu abogado, para que se haga una idea clara de lo que ha ocurrido.

Busca pruebas de tu inocencia

Intenta reunir pruebas de que eres inocente y de que tú no has cometido los hechos que se te imputan.

Recuerda que la policía o la persona que te ha denunciado es quien tiene que demostrar que eres culpable; mientras tanto, se presume que eres inocente.

Después de una acusación por un delito de daños, especialmente si se trata de un error, es necesario reunir las pruebas que demuestren tu inocencia y entregarlas a tu abogado. Sobre todo, no dejes que caigan en manos de la policía, que podría utilizarlas en tu contra.

Mientras estás buscando pruebas de tu inocencia, puede que encuentres algo que te perjudica. No lo destruyas ni lo ocultes, porque esas cosas, al final, terminan saliendo a la luz. Destruir u ocultar pruebas te deja en muy mal lugar y hace que parezcas culpable a los ojos del juez.

Si encuentras algo que te perjudica, habla primero con tu abogado, que te aconsejará sobre la mejor manera de tratar el tema y te ayudará a trazar una estrategia de defensa para demostrar tu inocencia, a pesar de la existencia de pruebas en tu contra.

Haz una lista de todos los posibles testigos

Si sabes de alguien que podría testificar sobre a tu favor en el juicio, intenta conseguir su número de teléfono, pero no lo llames; espera a que lo haga tu abogado. Incluye junto a cada uno de los posibles testigos una breve biografía y un comentario sobre qué es lo que pueden aportar en tu caso.

No te limites sólo a los testigos que pueden testificar a tu favor. Incluye en la lista también aquellos que piensas que pueden testificar en tu contra y deja que sea tu abogado quien decida si merece la pena hablar con ellos antes del juicio para saber lo que van a decir.

No dejes a nadie fuera de la lista pensando que su testimonio no es relevante, deja que sea tu abogado quien decida quién es relevante y quién no lo es. A veces, testigos que el acusado piensa que no son relevantes resultan ser los más importantes para su caso.

Qué ocurre cuando alguien denuncia un delito de daños

Lo normal es que la persona que ha sufrido los daños denuncie el delito en comisaría. Si acudes a comisaría a poner una denuncia por un delito de daños, te harán pasar a una sala donde un agente tomará nota de la denuncia y luego te pedirá que la firmes.

La policía luego hará averiguaciones para identificar al culpable de los hechos. Si logra identificar al presunto culpable, lo llamará para tomarle declaración en comisaría. También tomará declaración a los posibles testigos de los hechos.

Terminada la investigación, la policía envía el atestado junto con las pruebas que ha obtenido al juzgado de guardia correspondiente para que inicie las diligencias oportunas.

El juez de guardia tiene que valorar si los hechos son constitutivos de delito y si procede hacer más averiguaciones, por ejemplo, un registro en la casa del presunto autor de los hechos.

Si el juez considera que los hechos pueden ser constitutivos de delito, tomará una nueva declaración al presunto culpable de los mismos, así como a los testigos. Si el presunto culpable no se presenta a declarar o está en paradero desconocido, el juez dictará una orden de busca y captura.

Para asegurarse de que tienen a la persona correcta, el juez puede ordenar una rueda de reconocimiento, donde la víctima y los testigos deben identificar al presunto culpable del delito.

El juez de guardia también puede pedir a un perito del juzgado que haga una valoración o tasación de los daños causados. Esta valoración es la que luego se va a utilizar para determinar la multa.

Terminada la instrucción, si el juez de instrucción ve indicios de culpabilidad, se fijará la fecha del juicio. Como garantía de imparcialidad, el juez que tiene que decidir si eres culpable o inocente es distinto al juez que ha hecho la instrucción del caso. Si fuera la misma persona, el juicio no sería necesario, ya que es obvio que el juez de instrucción ha visto indicios de culpabilidad y siempre declararía culpable al acusado.

Delito de daños: La declaración en comisaría

Si alguien te denuncia por un delito de daños, la policía te citará para tomarte declaración en comisaría. No hables con la policía antes de consultar con un abogado especialista en derecho penal con experiencia en delitos de daños, esto es algo vital de cara a una posible sentencia favorable.

Mucha gente no sabe que hay muchas estrategias de defensa ante una acusación por delito de daños, incluso aunque haya pruebas que te incriminen, y por eso deciden confesar su culpabilidad con la esperanza de que luego la sentencia sea más favorable. Muchas veces, la propia policía te da a entender que lo mejor es confesar la verdad y que, a cambio, no te va a pasar nada.

Esto no es así. Tu abogado es la única persona que sabe si no existe defensa posible en tu caso. Si es así, intentará llegar a un acuerdo con el fiscal para reducir la gravedad de la acusación y aceptar una sentencia menos severa.

Pero esto es algo que tan sólo tu abogado está capacitado para decidir. En ningún caso deberías asumir tú la responsabilidad de diseñar tu propia estrategia legal, a riesgo de cometer errores que tendrán consecuencias irreversibles de cara a tu futuro.

Qué puedo hacer si ya he admitido ser el causante de los daños

Supongamos que en tu declaración en comisaría has admitido que eres el culpable de un delito de daños. Supongamos también que no hay ninguna otra prueba de que has sido tú el causante de esos daños.

En este caso, tu abogado puede pedir al juez que no tenga en cuenta tu autoinculpación debido a que se produjo bajo presión o por causa del nerviosismo del momento. También puede alegar que tú no dijiste exactamente eso y que el agente de policía que redactó el atestado lo interpretó de forma errónea, o que está exagerando lo que dijiste en tu declaración.

Si no hay ninguna otra prueba de tu culpabilidad, es muy posible que el juez te declare no culpable por falta de pruebas, ya que la propia declaración del acusado es un indicio, pero en ningún caso se puede considerar como una prueba definitiva de la culpabilidad.

La defensa legal ante una acusación de un delito de daños

Si te acusan de un delito de daños, tu abogado podría utilizar alguna de las siguientes estrategias de defensa legal:

La falta de «dolo»

Para que haya un delito de daños es preciso que haya intencionalidad (dolo). Es decir, que si no hay intención de dañar la propiedad de un tercero no se ha producido delito.

Por ejemplo, si los daños se producen por accidente, no se puede considerar un delito. Supongamos que vas conduciendo un día de lluvia y un tercero aparece de improviso. Puede que por culpa de la lluvia no puedas frenar en seco y tu vehículo golpee al contrario. En este caso, es obvio que se trata de un accidente y que no tenías intención de dañar la propiedad de nadie.

Hay muchos casos donde las cosas no son tan claras, pero recuerda que es la obligación de la parte que acusa o del fiscal demostrar que tu intención era causar daños y que los daños no son producto de un accidente sin intención.

Para demostrar que no tenías intención de causar el daño, tu abogado puede solicitar el testimonio de la policía que intervino o de testigos que presenciaron los hechos. También puede pedir el contenido de las llamadas al 112 informando del accidente.

En muchos casos es posible demostrar que la conducta que provocó los daños no era intencionada, sino que los daños son producto de un accidente. Es decir, que no has cometido ningún delito de daños.

No eres el causante de los daños

Otra estrategia de defensa ante un delito de daños es demostrar que no eres el causante de los mismos.

Supongamos que estás en un bar o en una sala de fiestas y, de repente, se organiza una pelea entre dos o más personas. Supongamos también que te encuentras cerca de la pelea y uno de los participantes sale despedido y te pega un empujón. A causa del empujón pierdes el equilibrio y tiras al suelo una mesa donde había un teléfono móvil que resulta dañado en la caída.

Puede que la policía te culpe de los daños y que piense que estabas participando en la pelea o bien que has tirado el teléfono a propósito. En realidad, tan sólo eres una víctima más de la pelea y no uno de los causantes.

Para demostrar tu inocencia, tu abogado puede solicitar una copia de la grabación de las cámaras de seguridad donde se puede apreciar que tú no has participado en la pelea y que el causante de los daños es en realidad la persona que te hace perder el equilibrio.

Es probable que el juez declare tu inocencia y encargue a la policía investigar el paradero del causante de los daños para imputarle un delito de daños.

No hay pruebas de que seas el culpable de los daños

Puede ocurrir que te acusen de causar daños, aunque nadie te ha visto hacerlo. Esto se produce si hay una mala relación con un tercero y éste sufre daños en su propiedad, o si anteriormente le amenazaste con causarle algún daño.

Aunque hay indicios de que puedas ser culpable, si no hay pruebas definitivas es muy probable que el juez tenga dudas sobre si realmente eres el autor de los hechos que se te imputan y te ponga en libertad por falta de pruebas. En este caso, el delito quedaría impune por una falta de autor conocido.

Defensa propia

Puede que los daños se produjeran por el uso de la fuerza para defenderte de un ataque. En este caso se trataría de un uso razonable de la fuerza por defensa propia.

Por ejemplo, si los daños se han producido mientras te defendías de un ataque inminente y se demuestra que el uso de la fuerza no era excesivo dadas las circunstancias. Supongamos que alguien te intenta dar un puñetazo y que al defenderte le rompes el reloj o el móvil.

Si es la otra persona la que ha iniciado el ataque y no has utilizado una fuerza excesiva, entonces no eres responsable de los daños en la propiedad del atacante.

El propietario estaba de acuerdo

Puede que los daños los hayas causado de acuerdo con el propietario, aunque este luego ha cambiado de opinión.

Por ejemplo, supongamos que alguien te pide que le ayudes para tirar una valla en su finca, pero luego se arrepiente de haberlo hecho y te acusa de ser el causante del daño para reclamar una indemnización al seguro o directamente a ti.

Pensabas que el propietario estaría de acuerdo

También se puede dar el caso de que los daños los hayas causado pensando que estabas haciendo un favor al propietario y que este estaría de acuerdo.

Por ejemplo, si has cortado un mueble de madera en pequeñas piezas pensando que el propietario no lo quería y que así sería más fácil llevarlo a la basura.

Si tu intención no era causar un daño a la propiedad de otro, más bien al contrario, entonces no se puede hablar de un delito de daños.

Los daños eran para proteger tu salud o tu propiedad

Supongamos que el tejado del vecino tiene varias tejas sueltas que amenazan con caer sobre tu propiedad y causar serios daños. En ese caso, estaría justificado retirar esas tejas, aunque puede que luego el agua cause daños al interior de la vivienda del vecino.

Para que no sea delito, los daños causados a la propiedad vecina deben ser proporcionados al peligro que quieres evitar.

La intencionalidad (o la falta de la misma) es algo subjetivo, cuya veracidad debe valorar el juez.

Eres el legítimo propietario del bien dañado

En ocasiones, alguien te denuncia por daños sobre un bien cuya propiedad está en disputa, por ejemplo, una herencia cuestionada por uno de los herederos.

Si finalmente se puede probar que eres el legítimo propietario del bien en cuestión, no cabe una condena por delito de daños, puesto que dañar algo que es tuyo no es delito.

El denunciante no es el propietario

El delito de daños no se persigue de oficio. Si la persona que denuncia el posible delito no es el propietario del bien dañado, entonces no hay delito de daños.

Delito de daños: conclusión

En este artículo hemos revisado algunos ejemplos de posibles defensas ante una acusación de daños dolosos (delito de daños). Tu abogado es la persona más indicada para decidir si alguno de ellos es aplicable a tu caso o si existe alguna otra circunstancia atenuante o mitigante de los hechos.