Los principales conflictos relacionados con una herencia

En este artículo te explico cuáles son los principales conflictos relacionados con una herencia.

Conflictos en una herencia

A la hora de repartir una herencia es frecuente que surjan conflictos entre los herederos. Ante el más mínimo problema o conflicto en el reparto de una herencia, lo mejor es consultar a unos abogados especialistas en sucesiones.

Problemas relacionados con la legítima

El Código Civil establece que, en España, una persona que otorga testamento no puede disponer libremente del 100% de sus bienes, sino que debe respetar los derechos de sus legítimos herederos, legando al menos una parte a estos herederos forzosos, lo que se conoce como la legítima.

Es decir, que en España no se puede desheredar a un heredero, por ejemplo, uno de los hijos, por muy mala que sea la relación entre el padre y el hijo.

Como mínimo, el hijo tiene derecho a la legítima, esto es, dos tercios de todos los bienes del padre, eso suponiendo que sea hijo único.

Si hay varios herederos forzosos, por ejemplo, si alguien tiene dos hijos, el padre puede disponer de uno de los tercios de la herencia para que lo herede uno de los hijos en perjuicio del otro. Es lo que se conoce como el tercio de mejora, dentro de la legítima.

Este derecho a la legítima es frecuentemente causa de conflicto en el reparto de una herencia si alguien considera que no se han respetado sus derechos.

¿Es posible desheredar a un hijo?

Las posibilidades para desheredar a un hijo legalmente están tasadas en el Código Civil y son muy limitadas.

Por ejemplo, la ley establece que un padre puede desheredar a un hijo si éste le ha maltratado o no se ha ocupado de él en un momento de necesidad (la ley dice expresamente que le ha negado el alimento).

Estas circunstancias, aunque tasadas en la ley, están sujetas a la interpretación del juez y, en la práctica, dan lugar a muchos pleitos por parte de aquellos que se sienten injustamente desheredados por su progenitor.

Los gastos de aceptar una herencia

En algunas comunidades autónomas, el hecho de aceptar una herencia supone hacer frente al impuesto de sucesiones y, en el caso de heredar un inmueble, otros gastos relacionados con la escritura y registro.

En algunas comunidades, por ejemplo, en la Comunidad de Madrid, el impuesto de sucesiones está bonificado al 99%.

Es frecuente que los herederos no disponen de liquidez suficiente para hacer frente a los gastos de la herencia. En estos casos necesitan bien pedir un préstamo o bien renunciar a la herencia.

En el caso de aceptar la herencia si disponer de los fondos, se arriesgan a tener que hipotecar su patrimonio o bien enfrentarse al embargo de sus bienes por parte de la Hacienda Pública.

El valor de la herencia

La ley establece que la persona que acepta una herencia no sólo acepta los bienes, sino también las deudas del fallecido. A veces, se requiere un tiempo para conocer el importe total de lo heredado y el valor de las deudas.

En estos casos, los especialistas recomiendan aceptar la herencia a beneficio de inventario, es decir, a la espera de calcular si el valor de los bienes supera el importe de las deudas.

Según se establece en la ley, si el heredero acepta la herencia a beneficio de inventario, no responde con sus bienes de las deudas del fallecido, por lo que su responsabilidad frente a los acreedores se limita al valor de los bienes heredados.

Conflictos entre los herederos

Cuando en una herencia hay varios herederos, las posibilidades de un conflicto se multiplican. Algunos de los problemas más frecuentes entre los herederos de una herencia son los siguientes:

La tramitación de la herencia

Puede que algunos herederos sean partidarios de tramitar inmediatamente la herencia para repartir los bienes, generalmente aquellos herederos que necesitan vender su parte para obtener efectivo, y otros herederos no tengan prisa en tramitar la herencia, por lo que no se pronuncian inmediatamente sobre si la aceptan o la rechazan.

Para obligar a todos los herederos a definirse sobre si aceptan o rechazan la herencia, se les puede requerir legalmente para que se manifiesten, es lo que se conoce como la interpellatio in iure.

El reparto de la herencia

En aquellos casos en que el fallecido no ha otorgado testamento, pueden surgir problemas en el reparto de la herencia, ya que primero hay que dividir la herencia en lotes del mismo valor, tantos lotes como herederos.

Pero el valor de un lote está sujeto a interpretación, y puede que uno de los herederos se siente perjudicado por el lote asignado, interpretando que su valor es inferior al valor de otros lotes.

Aún suponiendo que nadie impugne la equidad en el valor de los lotes, también pueden surgir disputas sobre el reparto, ya que puede darse el caso que dos o más herederos tengan preferencia por un lote determinado.

En estos casos, es frecuente recurrir a la asignación mediante el procedimiento del sorteo, dejando que sea la suerte la que decida sobre qué lote corresponde a cada uno de los herederos.