Qué es un juicio rápido: cómo es y cómo funciona

¿Quieres saber qué es un juicio rápido y cómo funciona un juicio rápido? En este artículo te explico cómo es un juicio rápido y cómo funciona un juicio rápido.

qué es un juicio rápido
Juicio rápido

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Qué es un juicio rápido

El juicio rápido tiene como objetivo resolver «rápidamente» asuntos sencillos. La ley dice que el juicio rápido se reserva para cuando la policía detiene a alguien in fraganti cometiendo alguno de los siguientes delitos:

  • Lesiones, coacciones o amenazas
  • Violencia de género
  • Hurtos o robos
  • Robo de vehículos
  • Alcoholemias
  • Daños
  • Menudeo de drogas

Todos estos son delitos para los que se piden menos de 5 años de cárcel. Algunos ni siquiera se castigan con pena de privación de libertad.

Los casos que se juzgan por juicio rápido no requieren una investigación policial muy complicada; a fin de cuentas, la policía ha pillado al delincuente in fraganti, es decir, justo en el momento en que estaba cometiendo el delito, o a punto de hacerlo.

Por ejemplo, supongamos que un vecino ve a alguien entrando en una casa para robar y llama a la policía. La policía llega y detiene al individuo dentro de la casa, o bien saliendo de la misma con algunos artículos robados en su poder. En ese caso, la policía detiene al ladrón y lo lleva a comisaría. Luego elabora un atestado donde describe los hechos. A continuación, la policía entrega el atestado al juez de guardia y pone al detenido a su disposición para que decida lo que hay que hacer. El juez de guardia puede decretar la prisión del detenido o bien su libertad con cargos. También fijará la fecha para la celebración del juicio rápido.

El inicio de un procedimiento por la policía

Un juicio rápido siempre lo inicia la policía, ya que, como hemos dicho, el juicio rápido se utiliza cuando la policía pilla a alguien cometiendo un delito fácil de investigar y de juzgar, como puede ser un robo o una agresión.

Lo primero que hace la policía en el caso de una agresión es llamar a un médico para que haga un reconocimiento de la persona agredida. Si la persona agredida no se encuentra muy mal, entonces la llevarán al médico forense del juzgado para que haga una valoración de las lesiones que ha sufrido.

Luego pasan a detener al autor del delito y lo llevan a comisaría, donde le van a informar de sus derechos y de la necesidad de contar con asistencia letrada. Si no designa un abogado, entonces llamarán al Colegio de Abogados para que designe uno de oficio. A continuación ponen al detenido a disposición judicial.

A veces, por ejemplo en el caso de una pelea sin mayores consecuencias, la policía no detiene a nadie, sino que toma el nombre de los implicados en el altercado, y luego cita al posible culpable para declarar en el juzgado delante del juez de guardia.

También toma nota de los testigos del hecho y los cita para que vayan a declarar. Los policías que han intervenido en el hecho, que son los que figuran en el atestado policial, también tendrán que ir a declarar ante el juez.

La policía también cita a otros interesados en el hecho, por ejemplo, a las aseguradoras si se trata de un accidente de tráfico o de daños a una propiedad.

Si se trata de un caso de alcoholemia, la policía primero hace las pruebas de alcoholema y las de detección de drogas. Luego envía al Instituto de Toxicología o al Instituto de Medicina Legal las muestras para que las analicen por si detectan sustancias prohibidas. También se pueden mandar a un laboratorio que tengan concertado.

Si se trata de un caso de daños, la policía pedirá que acuda un perito al lugar de los hechos para que haga una valoración de los daños causados, a fin de que el juez pueda luego calcular el importe de las indemnizaciones.

La tramitación de las diligencias por parte del juzgado de guardia

Una vez que la policía ha terminado su trabajo, es el juzgado de guardia el que empieza a tramitar las diligencias que concluyen en un juicio rápido.

Lo primero que se hace es tomar declaración a todos los citados, los acusados y las víctimas del delito, así como los testigos.

El juzgado también cita a todas aquellas personas que solicitan los abogados de las partes o el fiscal, para luego tomarles declaración.

También se encargan informes periciales o informes médicos si así lo solicitan alguna de las partes, ya sea el abogado de la víctima o el abogado del acusado. Junto con los informes, el juzgado puede practicar las pruebas que necesite el fiscal o la defensa.

Todas estas diligencias son de urgencia, es decir, que el juzgado de guardia se encarga de realizarlas en un máximo de 72 horas.

Obtenidas las diligencias policiales, el juzgado de guardia tendrá que practicar algunas diligencias urgentes. Se trata de la toma de declaración de los citados, la citación de otras personas y el examen de los informes, objetos y documentación aportados. También puede practicar las primeras pruebas.

Todas estas diligencias se realizarán durante el servicio de guardia del juzgado. En caso de no ser permanente, el plazo podría prorrogarse hasta un máximo de 72 horas.

Si ni el fiscal ni la defensa piden ninguna otra prueba, el juez cierra esta fase de investigación del delito y dicta un auto donde pone la fecha para el juicio oral.

Si considera que en vista de las pruebas realizadas, no existe delito o bien no hay un autor conocido del delito, procederá al sobreseimiento del caso. Si considera que las pruebas no son suficientes para juzgar al acusado y nadie ha pedido ninguna otra prueba, entonces también dictará el sobreseimiento del caso.

Si considera que las pruebas son insuficientes y que hay que realizar más pruebas y seguir la labor de investigación para averiguar quién es el autor del delito o bien conseguir más pruebas para poder imputar al detenido delito alguno, entonces el juez pasará a considerar el caso como un procedimiento abreviado, en lugar de un juicio rápido. El procedimiento abreviado tiene una fase de instrucción mucho más larga que el juicio rápido.

Si lo considera necesario, el juez puede dictar medidas cautelares, como por ejemplo una orden de alejamiento del acusado sobre la víctima o la retirada del pasaporte para que el acusado no salga del país y eluda la acción de la justicia.

El juicio oral

Cuando termina la fase de instrucción por el juzgado de guardia, siempre que el juez no archive el procedimiento, entonces se pasa a celebrar el juicio oral.

Cuando se fije la fecha para el juicio oral, entonces se presenta el escrito de acusación por parte del fiscal y del abogado de la acusación. Luego se da traslado de este escrito a la defensa y se le dan cinco días para que presente un escrito de defensa.

En el escrito de defensa, el abogado del acusado puede intentar defender la inocencia del acusado, o bien puede prestar su conformidad con la acusación del fiscal. ¿Por qué haría esto? Bueno, la conformidad entre el fiscal y la defensa tiene ciertos beneficios para el acusado que veremos más adelante.

Si no hay acuerdo de conformidad, las partes pueden solicitar que se citen más testigos y nuevos peritos.

Durante el juicio, es preceptivo que el acusado vaya acompañado de un abogado. Si no designa un abogado de su confianza, entonces estará asistido por un abogado de oficio.

En el juicio, primero se leen el escrito de acusación y luego el de defensa. Luego las partes exponen oralmente para decir lo que consideren oportuno, bien sobre la culpabilidad del acusado, sobre su inocencia o sobre circunstancias atenuantes.

Las partes expondrán a continuación cualquier cuestión de tipo procesal para que las resuelva el juez. Los asuntos procesales se refieren, por ejemplo, a plazos o bien a la validez de las pruebas presentadas por el fiscal. Por ejemplo, si el fiscal presenta unas grabaciones que se han obtenido sin autorización del juez, entonces la defensa alegará que no se tengan en cuenta por no reunir los requisitos legales de validez necesarios para ser admitidas en un juicio en España.

A continuación cada una de las partes presentan todas las pruebas que hayan sido aceptadas por el juez, es decir, se practicarán las pruebas que reúnan las garantías legales que exige el procedimiento penal en España.

Una vez que se han presentado las pruebas y todas las partes han expuesto todo lo que querían decir, el juicio quedará visto para sentencia. El juez tiene tres días para dictar sentencia. La sentencia se puede recurrir por cualquiera de las partes en un plazo de cinco días. Transcurrido ese plazo, la sentencia será firme y ya no se podrá recurrir.

La conformidad en un juicio rápido

El juicio rápido tiene la particularidad de que se termina si el acusado reconoce su culpa, es decir, si el acusado se adhiere a la acusación del fiscal y a la calificación que éste hace del delito. Si lo hace, el juicio termina en este momento y el juez dicta sentencia.

A cambio de reconocer su culpa y de ahorrar tiempo y dinero a la justicia, la ley española dice que la pena se reduce en un tercio. Es lo que se conoce en el argot legal como llegar a una conformidad en un juicio rápido.

Para llegar a una conformidad, se deben dar las siguientes circunstancias:

  • Que no haya acusación particular, es decir, que la víctima no lleve abogado.
  • Que la pena máxima por el delito que se le imputa al acusado no supere los 3 años de prisión.
  • Que la pena impuesta tras la conformidad sea menor de dos años de cárcel (como hemos dicho, la pena se reduce en un tercio si el acusado llega a un acuerdo con el fiscal y reconoce su culpa)

Como la sentencia en un juicio rápido nunca supera los dos años, si es la primera condena del acusado, normalmente el juez suspende la pena. La suspensión de la pena sólo se hace si el acusado se compromete a pagar la responsabilidad civil derivada de sus actos, es decir, si se compromete a pagar a la víctima la cantidad que el juez establece en concepto de indemnización a la víctima por los daños causados por el acusado en la comisión de su delito.

Si el juez suspende la pena, pero el acusado reincide durante esos dos años, o comete otro delito, entonces tendrán que cumplir la pena suspendida más la pena que le corresponda por el nuevo delito, por lo que una persona que ha sido condenada y la pena se ha suspendido, debe tener mucho cuidado. No es tan difícil ser condenado por un delito en España, por ejemplo, una imprudencia al volante conduciendo tu coche, una acusación de violencia de género en una discusión con tu pareja, una condena por alcoholemia una noche de juerga, etc.

Como las pruebas suelen ser muy claras (la policía ha pillado al culpable con las manos en la masa), muchos abogados aprovechan esta oportunidad para negociar con el fiscal un acuerdo de conformidad lo más ventajoso posible, intentando reducir al máximo la calificación penal del delito, es decir, la gravedad del mismo, para que la sentencia sea más leve.

Por ejemplo, si el abogado consigue para su cliente que una acusación de robo se transforme en una acusación por hurto, teniendo en cuenta que la pena se reduce en un tercio por reconocer la culpabilidad, la condena puede terminar siendo tan sólo de una multa, mientras que una condena por robo siempre tiene una pena de privación de libertad.

Si reconoces tu culpa y llegas a un acuerdo de conformidad con el fiscal, pierdes tu derecho a recurrir la sentencia del juez. Si no llegas a una conformidad, tu abogado tiene 5 días para recurrir la sentencia. La víctima del delito siempre puede recurrir la sentencia, hayas llegado o no a una conformidad con el fiscal.

Cómo prepararse para un juicio rápido

Si tienes un juicio rápido en España, mi primer consejo es que consultes un abogado. El juicio rápido es un procedimiento que da muy poco tiempo a preparar la estrategia de defensa, por lo que el abogado de la defensa debería tener bastante experiencia en este tipo de procedimientos, ya que apenas tiene tiempo para prepararse y tiene que confiar en su instinto y en sus dotes para litigar.

Tener un buen abogado penalista es la clave para salir con éxito de un juicio rápido. Busca un abogado de tu confianza, no te quedes con el que te asignan de oficio. Tampoco acudas a cualquier abogado, busca un abogado especializado en derecho penal, un abogado penalista.

Una buena preparación del juicio es básica para tener éxito. No dejes tu futuro penal a la improvisación y en manos de la suerte. La suerte sólo se aparece a los que la buscan. Por eso debes hacer una preparación previa ante un juicio rápido.

Aquí tienes otros consejos para preparar un juicio rápido:

Prepara la estrategia legal

Cualquier juicio, incluido un juicio rápido, requiere una preparación previa. Para preparar un juicio rápido, deberías reunirte con tu abogado en su despacho uno o dos días antes del juicio para revisar los hechos de los que se te acusa, analizar una estrategia de defensa y repasar tu declaración.

Si tu abogado piensa que lo mejor es llegar a un acuerdo con el fiscal, es necesario que te hable de todas las opciones y que te tomes un par de días para pensarlo. Piensa que si te declaras culpable, no podrás recurrir la sentencia, pero a cambio la pena se reduce en un 30%. A veces, tu abogado puede conseguir que la calificación del delito se reduzca también en un grado, por lo que a la reducción de la pena hay que sumar que la pena por en delito menos grave también es menor.

Si realmente no has hecho nada, entonces pide a tu abogado que se prepare para ir a juicio.

Evita las sorpresas

Pregunta a tu abogado qué es lo que puedes esperar en un juicio rápido, que te explique todos los pasos que tiene un procedimiento penal. Es bueno que vayas preparado para que no te pille de sorpresa cualquiera de las cosas que ocurren durante un juicio rápido.

Pregunta quién va a estar en el juicio, quién es el abogado de la otra parte y el tipo de preguntas que te pueden hacer, cómo te debes dirigir el juez, si puedes hablar directamente con la otra parte, etc.

Prepara también cómo vas a llegar al juzgado, si puedes ir en tu coche o es mejor acudir en transporte público o tomando un taxi, cuánto se tarda en llegar. Es mejor calcular tiempo de sobra para no ir nervioso. Lo último que necesitas cuando vas a un juicio es el estrés por llegar tarde por culpa del tráfico o por no calcular bien los tiempos del transporte.

Preparación de los testigos

Si tu abogado va a presentar algún testigo para que hable en tu favor, es importante que el testigo se reúna antes con tu abogado para preparar la declaración. Lo peor que le puede pasar a tu abogado es que tu testigo declare algo que no te conviene y que te perjudique.

Si no es posible reunirse antes, queda con el testigo en una cafetería próxima al juzgado una o dos horas antes para poder preparar la declaración. Si tu abogado no lo ve claro, puede que en el último momento no llame a declarar al testigo.

Habla con tu abogado sobre las consecuencias

Pide a tu abogado que te explique las consecuencias en el peor de los casos si eres condenado. Para una persona que nunca ha tenido problemas con la justicia, cualquier condena da mucho miedo.

Normalmente las cosas no son para tanto, aunque se trate de un juicio rápido, pero si ya sabes de antemano a lo que te enfrentas, puede que vayas más tranquilo al juicio. El miedo puede jugar en tu contra.

Prepara las pruebas

Si tienes alguna prueba que demuestre tu inocencia o bien la culpabilidad de la otra parte, ya sean vídeos o documentos, es conveniente que se los enseñes a tu abogado y que los veáis juntos para poder explicar su relevancia desde tu punto de vista.

Al final, es tu abogado el más capacitado para decidir si conviene aportar alguna prueba a tu favor durante el juicio, pero para eso debe tener claro exactamente de qué se trata y resolver cualquier duda que tenga al respecto.

Asiste a un juicio

La mayoría de los juicios son públicos, lo que quiere decir que puedes asistir y ver lo que ocurre en la sala. Si es la primera vez que tienes problemas con la justicia, no está de más que acudas a los tribunales a ver cómo es un juicio por un delito leve.

Tener experiencia previa es una de las mejores recetas para evitar el miedo escénico. Muchas personas se ponen tan nerviosas cuando tienen que subir por primera vez a un estrado que olvidan lo que querían decir o causan una mala impresión al juez por culpa de los nervios.

La principal causa por la que se pierden los juicios, a parte de las pruebas en contra, es una declaración poco creíble o llena de imprecisiones. Por ejemplo, olvidar los hechos siempre causa una muy mala impresión, aunque sea verdad que se te ha olvidado hasta lo más básico por culpa de los nervios.

Haz ejercicios de relajación antes de entrar

Una de las mejores maneras de controlar el nerviosismo es controlar la respiración antes de entrar en juicio. Hay ejercicios muy sencillos diseñados expresamente para controlar el estrés que puedes realizar antes de entrar en el juicio en la propia sala de espera. En Internet hay muchos vídeos que te explican cómo hacerlo, por ejemplo, aquí tienes uno.

Controla el lenguaje no verbal

Para resultar creíble ante el juez cuando declares durante el juicio, debes mostrar una actitud relajada, sin parecer nervioso, sin gesticular en exceso, sin subir la voz, sin mostrarte enfadado por las preguntas que te hagan, sin bajar la vista cuando hables con el juez o con el abogado y manteniendo las manos relajadas y en un lugar visible, por ejemplo, sobre el estrado.

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