Qué hacer cuando te acusan de intento de homicidio

¿Te acusan de un homicidio (delito de homicidio) o un intento de homicidio y no sabes qué hacer? En este artículo te explico lo que debes hacer si te acusan en España de un delito de homicidio o un intento de homicidio.

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Qué hacer si te acusan de homicidio

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Qué debes hacer si te acusan de un homicidio en España

Un homicidio siempre es una acusación muy seria. Si la policía te detiene o te acusa por un delito de homicidio, debes consultar con un abogado inmediatamente. Pero no acudas a cualquier abogado. Busca un abogado penalista que tenga experiencia en casos de homicidio.

Aquí tienes un buen consejo, no digas nada de nada a la policía. Es decir, no des explicaciones, no hables de coartadas, nada de nada, tan sólo tu nombre y decir a la policía que «te acoges a tu derecho a no declarar».

Si te detienen por un delito de homicidio, lo mejor es acogerte a tu derecho a no declarar y esperar a que tu abogado pueda ver de qué se te acusa exactamente y qué pruebas tiene la policía de que eres el autor del delito.

No hables del asunto con nadie, menos aún con cualquiera de tus compañeros de celda, porque es muy probable que los citen como testigos si haces cualquier comentario incriminatorio que se pueda utilizar en tu contra.

La defensa legal de un delito de homicidio

Un homicidio es una acusación muy seria, y debería ser un abogado penalista experimentado el que diseñe cualquier estrategia de defensa. Aquí tienes algunas de las estrategias de defensa más utilizadas para un delito de homicicio:

Soy inocente

Si no has cometido el delito de que se te acusa, hay muchas probabilidades de que no salgas condenado del juicio. En un juicio penal, la acusación, normalmente el fiscal, tiene la carga de la prueba, es decir, es el responsable de demostrar que eres culpable del delito por el que te están juzgando.

En el sistema penal español, todo el mundo es inocente hasta que no se demuestre lo contrario. Si hay una duda razonable, es decir, si el juez o el tribunal no está totalmente convencido de que eres culpable, entonces está obligado a dejarte libre. Esto no significa que seas inocente, pero a todos los efectos es lo mismo.

Para demostrar que no has cometido el crimen del que se te acusa, tu abogado tiene que buscar pruebas de que eres inocente, por ejemplo, una coartada, es decir, demostrar que no estabas en el lugar del crimen a la hora en que se cometió.

Tu abogado también puede intentar demostrar que las pruebas que presenta el fiscal no son válidas, por ejemplo, han sido fabricadas, o se han obtenido ilegalmente, por ejemplo, sin un permiso del juez para entrar en tu vivienda o para escuchar tus conversaciones telefónicas.

Tu abogado también puede intentar encontrar contradicciones en el testimonio de los testigos que dicen que te han visto en el lugar de los hechos, o puede intentar que tienen un motivo para testificar en tu contra, por ejemplo, tienen una enemistad contigo.

Desmontar las pruebas de la acusación es una tarea ardua y difícil, pero es lo mejor que puede hacer un abogado penalista para lograr la libertad de su cliente.

Eximente de locura

La locura se considera un eximente en un delito de homicidio. Pero a pesar de lo que se muestra en las películas, el eximente de locura se aplica muy rara vez, y requiere un gran trabajo por parte del abogado defensor y de los peritos de la defensa.

Para que el tribunal aplique la eximente de locura, debe quedar probado que el acusado no era consciente de sus acciones y que no era capaz de distinguir entre el bien y el mal en el momento del crimen.

También se puede demostrar que el acusado era incapaz de controlar sus impulsos en el momento del crimen y sufría una locura transitoria. Este suele ser el caso cuando, por ejemplo, una mujer mata a su marido maltratador por un miedo a que la matara de una paliza.

La forma más sencilla de aplicar la eximente de locura es si hay un diagnóstico de esquizofrenia. La esquizofrenia es una enfermedad mental que hace que el enfermo no distinga la realidad de la ficción, por lo que en un momento dado puede llegar a matar a alguien. Un caso célebre de homicidio por una esquizofrenia es el de la doctora Noelia De Mingo, que en un brote psicótico durante una guardia en el hospital mató a tres personas a cuchilladas. Hoy en día, disfruta de libertad a condición de que siga un tratamiento.

Muerte accidental

En un homicidio, por defecto, se entiende que hubo intencionalidad (dolo). Cuando la muerte es accidental (no hay intencionalidad), si es consecuencia de una acción imprudente o negligente, se puede acusar al autor de un homicidio imprudente.

Si tu abogado logra demostrar que la muerte se produjo de forma accidental, aunque fuera por culpa tuya, la acusación de homicidio doloso se puede transformar en una acusación de homicidio imprudente. La pena por un homicidio imprudente es mucho menor (máximo 4 años por un homicidio imprudente frente a los 10 años mínimo por un homicidio doloso).

El homicidio doloso supone la intención de matar a la víctima por parte del acusado. En el homicidio imprudente, el acusado no tenía intención de matar y la muerte se produce de manera accidental, incluso aunque se pueda atribuir a una imprudencia del autor del delito.

Vamos a poner un ejemplo. Supongamos que dos personas (Luís y Juan) comienzan a discutir por una plaza de aparcamiento. Juan, muy enfadado, se monta en el coche y da marcha atrás para salir del parking. Como está tan enfadado, no se percata de que la mujer de Luís está justo detrás y la atropella, causando la muerte de la misma.

Inicialmente el fiscal acusa a Juan de un homicidio, ya que el fiscal entiende que tenía intención de matar a la mujer de Luís. Si El abogado de Juan puede demostrar que no tenía intención de matar, sino que tan sólo fue imprudente por no mirar si había alguien justo detrás antes de iniciar la maniobra. Puede que la mujer estaba en una zona oscura y vestía prendas oscuras, lo que hacía difícil verla dentro del parking.

Si la estrategia de defensa resulta exitosa, la sentencia de Juan puede ser tan sólo de un año de prisión. Si el juez suspende el cumplimiento de la sentencia, algo que ocurre normalmente cuando la pena es inferior a dos años, Juan ni siquiera entraría en prisión.

Legítima defensa

Una posible defensa legal para una acusación de homicidio es la legítima defensa, también llamada defensa propia. La eximente de defensa propia o legítima defensa ocurre cuando para defenderte de un atacante has utilizado sólo la fuerza necesaria, y esta fuerza ha ocasionado la muerte del atacante. Esto supone que el homicidio estaba plenamente justificado porque tu vida corría peligro y no has tenido más remedio que matar al atacante para defenderte.

Supongamos que alguien te ataca con un cuchillo y que para defenderte de la agresión agarras una barra de hierro que hay cerca y golpeas al agresor. Si el agresor muere por culpa del golpe, se trataría de un homicidio, pero es posible que el juez aplique un eximente de legítima defensa y que no te condene.

La estrategia de defensa propia no siempre es tan clara y podría dar lugar a una eximente tan sólo parcial. La eximente no sería completa si la acción que causó la muerte de la otra persona no estaba totalmente justificada, aunque puede que estuviera parcialmente justificada.

Una eximente parcial de legítima defensa sería si has utilizado una fuerza que tú pensabas que era la mínima necesaria basada en tu impresión de la agresión del atacante, pero tu impresión era errónea. Otra eximente parcial de legítima defensa sería si tú has empezado la agresión a la otra persona y esta persona reacciona con una fuerza desmedida intentando matarte, lo que te obliga a su vez a utilizar la fuerza para defenderte matando a la otra persona para que a su vez no te mate a ti.

Supongamos que un acusado de homicidio fue el que agredió a la víctima. Para defenderse de la agresión, la víctima respondió sacando una navaja. Para defenderse del ataque con la navaja, el acusado de homicidio golpeó a la víctima con un bate de baseball, causándole la muerte.

Si la eximente de legítima defensa es completa, el acusado de homicidio será declarado no culpable del delito que se le acusa. Si la eximente de legítima defensa es incompleta, normalmente el juez condenará al acusado del homicidio, pero reducirá la pena que le corresponde. Puede que le condenen a una pena inferior a dos años y que el condenado por homicidio ni siquiera ingrese en prisión. Este sería el caso si en lugar de condenar por homicidio, el acusado termina siendo condenado por un homicidio involuntario o un homicidio imprudente.

Intoxicación etílica o drogadicción

Emborracharse o drogarse normalmente no justifica matar a nadie, a no ser que alguien te haya drogado contra tu voluntad, por ejemplo, si alguien te ha echado algo en tu bebida, hasta el punto de que no sabías lo que hacías cuando mataste a la víctima del crimen.

Pero emborracharse o drogarse puede ser una eximente parcial en un homicidio. Si no eras consciente de lo que hacías porque habías consumido drogas o una gran cantidad de alcohol, puede que el fiscal cambie la calificación del delito y en lugar de un homicidio, te acusen de un homicidio involuntario, si se demuestra que no sabías lo que hacías en el momento en que se produjo la muerte de la víctima.

De alguna manera, se entiende que la muerte fue accidental, y que si no hubieras consumido algún tipo de sustancia, nunca serías capaz de matar a nadie, y que en realidad tu intención nunca fue provocar la muerte de nadie.

Supongamos que empujas a alguien por una ventana y esta persona muere a consecuencia de la caída. Inicialmente la policía te acusa de homicidio. Si puedes demostrar que habías consumido algún tipo de sustancia y que no eras consciente del peligro de empujar a alguien para que caiga por la ventana, puede que la acusación se transforme en una acusación de homicidio involuntario.