¿Te acusan de «grooming»? ¿La policía te ha detenido por «grooming»? ¿No sabes qué hacer? En este artículo te explico lo que deberías hacer si la policía te acusa de «grooming» o te han detenido por «grooming».
Somos abogados de Madrid expertos en delitos de carácter sexual
Llama para consultar tu caso
LA PRIMERA CONSULTA ES GRATUITA
☏ 916 64 64 38
Pulsa aquí para pedir cita a través del formulario
Qué es el grooming
Internet tiene muchas ventajas, pero también he hecho mucho daño. Por ejemplo, pasar el tiempo «chateando» con personas que has conocido en una app de contactos puede parecer algo inocente, pero, a veces, las conversaciones pueden tomar un sentido que no es el que inicialmente se buscaba y puedes terminar detenido por un posible delito de grooming.
Grooming, en realidad, child grooming, es contactar con un menor para ganarse su confianza y luego quedar con él o ella para tener un encuentro sexual.

En España, si un adulto contacta con un menor de 16 años y le propone quedar para tener relaciones sexuales, está cometiendo un delito de child grooming, según se establece en el artículo 183 del Código Penal.
El delito de Grooming se castiga en España con penas de prisión de entre uno y tres años, que se pueden sustituir por una multa si así lo estima el juez.
Si el adulto acusado de grooming utiliza la intimidación, la coacción o el engaño, por ejemplo, se hace pasar por un menor, el delito de grooming se castiga con un mínimo de dos años de prisión.
Qué hacer si te acusan de «grooming«
Si te acusan de un delito de grooming o child grooming en España, deberías hacer lo siguiente.
Mantén la calma
Para hacer frente a una acusación de grooming tienes que mantener la calma, aunque debes ser consciente de que tienes un grave problema. Si no te lo tomas en serio, una acusación de child grooming puede arruinar tu vida.
En España, la persona que te ha denunciado tiene la carga de la prueba. Es decir, que la persona que te ha denunciado por grooming tiene que demostrar con pruebas (obtenidas legalmente) que has cometido algún delito.
Muchos hombres acusados de un delito de tipo sexual pasan por una fase de negación y no hacen nada hasta que ya es muy tarde para organizar su defensa legal.
Supongamos que alguien te acusa de grooming y no te tomas en serio la acusación, porque sabes que no es cierto. Si no tomas inmediatamente medidas, te puedes encontrar con una condena que te va a llevar directamente a la cárcel.
Busca un abogado experto en delitos sexuales
Si te acusan de child grooming, lo primero que debes hacer es buscar un buen abogado, y cuanto antes, mejor. Pero no contactes con cualquier abogado, busca un abogado que sea experto en la defensa de personas acusadas de un delito de tipo sexual.
Una acusación por un delito de child grooming es un asunto demasiado serio como para ponerse en manos de cualquier abogado. Muchos abogados trabajan sobre todo en temas civiles y de familia (divorcios y demás), no son especialistas en Derecho Penal, mucho menos en delitos de tipo sexual.
Tu abogado te informará de tus derechos, por ejemplo, si tienes obligación de facilitar que la Policía tome muestras de tu ADN.
También te informará de la pena que te podría caer si resultas condenado.
También te dará consejos sobre lo que debes o no debes decir durante el juicio.
También te aconsejará sobre la conveniencia de llegar a un acuerdo con el fiscal para que reduzca la gravedad de la acusación.
Una vez que hayas encontrado un buen abogado penalista con experiencia en delitos de tipo sexual, tienes que confiar plenamente en su criterio.
Lo ideal es que el juez de instrucción archive el caso, pero un buen abogado debe estar preparado para llegar a juicio si es necesario. Por desgracia, muchos abogados tienen miedo de ir a juicio y buscan llegar a una conformidad con fiscalía, admitiendo la culpabilidad de su defendido a cambio de una reducción en la pena, sin ni siquiera intentar una defensa.
Hay quien piensa que porque tengas un abogado particular, los jueces pensarán que eres culpable. De hecho, ocurre al contrario, si tienes un abogado desde el primer momento en que la policía te acusa de haber cometido un delito, es más probable que puedas demostrar tu inocencia.
Si no haces nada para desacreditar las pruebas que aporta la policía o la acusación particular, o para demostrar tu inocencia aportando tus propias pruebas, es mucho más probable que te condenen en un juicio.
Según la Constitución, toda persona es inocente hasta que no se demuestre lo contrario. Sin embargo, si no cuentas con un buen abogado que te ayude a desmontar la versión de la policía o de la acusación, puede que finalmente demuestren tu culpabilidad.
Importante: no ocultes información a tu abogado pensando que algo no es relevante o que no va a salir en el juicio, porque mi experiencia es que siempre sale.
Si en el juicio sale algo que tu abogado desconocía, no tendrá preparada una estrategia de defensa y el caso se puede torcer en tu contra, porque puede que los hechos te dejen en muy mal lugar.
No contactes con la persona que te ha denunciado
Es fácil caer en la tentación de encararte con la persona que te acusa de haber cometido un delito de grooming, especialmente si es alguien conocido.
Puede que pienses que vas a convencer a esta persona con buenas palabras para que retire la acusación y no declare en tu contra, pero la verdad es que raramente merece la pena por el riesgo que supone hacer eso.
Cualquier conversación que tengas con la víctima o con la persona que te ha denunciado, muy probablemente, va a empeorar las cosas.
Puede que durante el encuentro con esta persona digas algo que te incrimine o que suene como una amenaza, por lo que tu intento de arreglar las cosas se interpretaría como una coacción para que la otra persona retire la denuncia o para que declare a tu favor, algo que te perjudicaría enormemente durante el juicio.
Si tienes algo que decir a la víctima o a la persona que te ha denunciado, es mejor que hables con tu abogado y que éste contacte con el abogado de la otra parte o con el juez para hacérselo saber o para que lo tenga en cuenta. Además, entre abogados es más fácil llegar a un posible acuerdo para que el denunciante retire la denuncia.
No hables con nadie sobre el tema
No hables con nadie sobre el tema de la denuncia. Esto incluye amigos, familiares o compañeros de trabajo, ya que el abogado de la denunciante podría citarlos como testigos para que declaren durante el juicio.
Recuerda que los testigos están obligados a decir la verdad y que casi nadie se atreve a cometer un posible delito de falso testimonio e ir a la cárcel por salvarte a ti, por muy amigos tuyos que sean.
No declares en comisaría, es tu derecho
Salvo que tu abogado te diga lo contrario, no digas nada si te llaman a declarar en comisaría (es tu derecho constitucional).
Es mejor esperar a dar tu versión de los hechos delante del juez de instrucción, una vez que tu abogado haya podido ver los cargos que tienen contra ti.
No pienses que el hecho de acogerse a tu derecho a NO declarar en comisaría te hace parecer culpable. Acogerse a tu derecho a no declarar en comisaría no indica nada sobre tu culpabilidad. Otra cosa sería negarse a declarar ante el juez, pero para ese momento tu abogado habrá podido ver los cargos y te habrá aconsejado sobre lo que tienes que decir.
Puede que sea verdad que no has hecho nada y que eres totalmente inocente de lo que se te acusa, pero puede ocurrir también que, sin buscarlo, te hayas metido en un lío. Declarando en comisaría no vas a arreglar nada y tan sólo puedes empeorar las cosas.
No intentes convencer a la policía de tu inocencia
Si la policía te acusa de haber cometido un delito, aunque sea una acusación falsa o un error, no cedas a la tentación de explicar a la policía las razones por las que no has podido cometer el delito de que te acusan. Lo mejor es decir, NO voy a decir nada si mi abogado no está presente.
Tu abogado es el único capacitado para valorar si tu participación en los hechos de que se te acusa suponen, por ejemplo, un caso de colaboración necesaria, de encubrimiento, o de causa mayor.
Salvo que te lo aconseje tu abogado, lo mejor es permanecer callado y no responder a las preguntas de la policía. Es la única opción que, al menos, te asegura que no vas a empeorar las cosas.
No te preocupes, que tendrás tu oportunidad para dar tu versión de los hechos cuando estés delante del juez. El hecho de no haber declarado en comisaría no te hace parecer culpable a sus ojos, pero si dices algo que pueda perjudicarte, luego es muy difícil desdecirse, ya que no resulta creíble.
Además, todo el mundo está tan nervioso cuando declara ante la policía, especialmente si eres inocente, que es muy posible que, al contar tu versión de los hechos, olvides algunos detalles que quizás recuerdes cuando estés delante del juez.
El hecho de que la versión que has dado a la policía no coincida exactamente con la que das delante del juez puede parecer que estabas ocultando cosas, o que te has inventado algo, aunque en realidad sea tan sólo un fallo de memoria debido a los nervios. Por eso, es mejor acogerse a tu derecho a no declarar delante de la policía.
Es mucho mejor explicar tu versión de los hechos a tu abogado durante la reunión en privado a la que tienes derecho. Tu abogado es quien puede valorar si realmente no tienes nada que ver con aquello de lo que se te acusa y todo se trata de un error, o si tu participación en los hechos, por pequeña que sea, pudiera ser constitutiva de un delito de colaboración o de encubrimiento.
Recuerda que la policía no está para decidir si eres inocente o culpable, sino para investigar los hechos por orden del juez.
No mientas a la policía
Si la policía te pregunta algo, nunca mientas. Mentir siempre te deja en un mal lugar, además de que podría constituir un delito de entorpecimiento a la justicia.
Es mejor acogerse a tu derecho a no declarar que insistir en algo que luego se puede demostrar fácilmente que no es verdad.
Escribe un relato de los hechos
Escribe en un relato pormenorizado de tu versión de los hechos. Esto te ayudará a recordar hasta el último detalle.
Dale una copia del relato a tu abogado para que se haga una idea clara de lo que ha ocurrido.
Busca pruebas de tu inocencia
Intenta reunir pruebas de que eres inocente y de que tú no has cometido los hechos que se te imputan.
Recuerda que la policía o la persona que te ha denunciado es quien tiene que demostrar que eres culpable; mientras tanto, se presume que eres inocente.
Después de una denuncia ante la policía, especialmente si es falsa o es un error, es necesario reunir las pruebas que demuestren tu inocencia y entregarlas a tu abogado. Sobre todo, no dejes que caigan en manos de la policía, que podría utilizarlas en tu contra.
Mientras estás buscando pruebas de tu inocencia, puede que encuentres algo que te perjudica. No lo destruyas ni lo ocultes, porque esas cosas, al final, terminan saliendo a la luz. Destruir u ocultar pruebas te deja en muy mal lugar y hace que parezcas culpable a los ojos del juez.
Si encuentras algo que te perjudica, habla primero con tu abogado, que te aconsejará sobre la mejor manera de tratar el tema y te ayudará a trazar una estrategia de defensa para demostrar tu inocencia, a pesar de la existencia de pruebas en tu contra.
Haz una lista de todos los posibles testigos
Si sabes de personas que podrían testificar sobre tu inocencia, intenta conseguir el número de teléfono de cada uno de ellos, pero no los llames, espera a que lo haga tu abogado. Incluye junto a cada uno de los posibles testigos una breve biografía y un comentario sobre qué es lo que pueden aportar en tu caso.
No te limites sólo a los testigos que pueden testificar a tu favor. Incluye en la lista también aquellos que piensas que pueden testificar en tu contra y deja que sea tu abogado quien decida si merece la pena hablar con ellos antes del juicio para saber lo que van a decir.
No dejes a nadie fuera de la lista pensando que su testimonio no es relevante, deja que sea tu abogado quien decida quién es relevante y quién no lo es. A veces, testigos que el acusado piensa que no son relevantes resultan ser los más importantes.
Defiende tu inocencia
Si te acusan falsamente o por error de cometer un delito, lo normal es que se pueda demostrar fácilmente tu inocencia y cualquier abogado puede conseguir que el juez de instrucción archive la causa y que te vuelvas a casa sin ni siquiera un antecedente penal.
Sin embargo, a veces las cosas se tuercen. Muchas personas que han sido acusadas falsamente o por error de un delito tienen que ir a juicio para demostrar su inocencia. Ante esta posibilidad, por miedo a perder el juicio, hay abogados que prefieren llegar a un acuerdo con fiscalía para que reduzca el grado de la acusación y el juez te condene por un delito menor.
Pero un buen abogado no se asusta fácilmente e irá a juicio para demostrar tu inocencia delante del juez. Una vez que el juez te haya declarado inocente de todos los cargos, tu abogado puede demandar por denuncia falsa o por difamación a la persona que te ha denunciado falsamente o a la administración de justicia para reclamar una indemnización por el tiempo que has pasado injustamente en prisión.
La indemnización debería compensar, al menos, los gastos a los que has tenido que hacer frente para defenderte de la falsa acusación, así como el sufrimiento y la carga emocional que supone verse acusado de algo que no has hecho y ante la posibilidad de entrar en la cárcel siendo completamente inocente.
Cómo te puedes defender de una acusación de «grooming»
La defensa legal de cualquier delito que concierne un menor requiere un abogado sensible y con mucha experiencia. Normalmente, en este tipo de casos, el cliente nunca antes ha tenido ningún tipo de problema con la justicia y es la primera vez que le detienen.
Tu abogado es la persona más indicada para diseñar tu estrategia de defensa ante una acusación por un delito de child grooming, pero, en líneas generales, la defensa de una acusación por grooming suele ser la siguiente:
El detenido es menor
En muchos casos de grooming, tanto la supuesta víctima como el supuesto delincuente son menores. Estos casos son muy sensibles, ya que no siempre está claro quién de los dos ha sido la víctima y quién ha sido el acosador o «groomer».
A veces, la policía no es capaz de captar las sutilezas del caso y toma partido claramente por la parte que presenta la denuncia por grooming.
Es trabajo de la defensa demostrar que la realidad es mucho más compleja de lo que parece, y que ni la víctima es tal, ni el detenido ha cometido grooming.
Las pruebas no son admisibles
No todas las pruebas en un caso de grooming son admisibles en un juicio, puesto que afectan a comunicaciones muy íntimas entre el supuesto autor del delito y la supuesta víctima.
Para que el juez acepte una prueba, como mínimo deber aportarla la persona que las ha recibido directamente o bien haberlas obtenido interviniendo las comunicaciones o registrando el ordenador previa autorización judicial.
Es trabajo de tu abogado intentar que no se admitan como pruebas aquellas que te incriminan y que sí se admitan aquellas otras que demuestran tu inocencia.
Las pruebas no son claras
Los mensajes de texto que se cruzan entre el acusado y la supuesta víctima son una de las pruebas determinantes en un juicio de grooming.
Pero el texto escrito casi siempre está sujeto a interpretación y las palabras se pueden malinterpretar o tomar en un sentido distinto al que pretendía quien las escribió.
Es trabajo de la defensa demostrar que la intención de la persona que manda un mensaje aparentemente incriminatorio no es la que interpreta la policía y la acusación, sino que, en realidad, se trata de una comunicación sin ninguna intención sexual, lo que podría interpretarse como un posible caso de grooming.
Conversaciones en las redes sociales
Todas las conversaciones o intercambio de vídeos que tienen lugar en las redes sociales se quedan grabadas y la policía las puede utilizar para apoyar una acusación de grooming, aunque no estén relacionadas con el caso en cuestión.
A veces, una conversación o una frase puede tener una doble lectura, sobre todo si se saca de contexto. La policía puede intentar con estas frases fuera de contexto tu culpabilidad en un caso de grooming.
Es el trabajo de la defensa desmontar la versión de la policía y ofrecer otra lectura de estas mismas frases, o bien ponerlas en su debido contexto.
Los dispositivos compartidos
Aunque cada vez sea más raro, todavía se dan casos en los que varias personas comparten un mismo dispositivo, ya sea el ordenador del trabajo o bien el ordenador situado en el salón familiar.
Si los mensajes incriminatorios proceden de un dispositivo al que tienen acceso varias personas, la policía debe demostrar no sólo que el mensaje es delictivo, sino que efectivamente lo ha enviado la persona a la que acusa de cometer un delito.
El caso de los regalos
Un adulto que hace un regalo a un menor puede ser algo trivial, pero la policía cada vez más interpreta que regalar algo a un menor es una prueba de grooming.
Es el trabajo de la defensa valorar la relevancia del regalo. No es lo mismo ofrecer algo sin importancia sin pedir nada a cambio que ofrecer dinero, alcohol o drogas a un menor a cambio de favores sexuales.
Todo está en la imaginación de la supuesta víctima
La línea entre la realidad y lo fantástico no está muy clara en la era de Internet. En la red hay más contactos que en la vida real y casi todo queda registrado en algún sitio, por lo que hay más probabilidades de que surjan malentendidos.
A veces la víctima quiere ver cosas donde no las hay, como el hecho de que alguien esté sugiriendo quedar. Muchas veces, el texto del mensaje no queda claro y queda a la interpretación del juez la intención de quien lo escribió.
Es el trabajo de la defensa demostrar que el mensaje no va más allá de lo que dice y que no hay ninguna otra intención que se pueda interpretar como delictiva por parte de la víctima, que todo está en su imaginación.
Incluso si en el mensaje había intención de quedar con la víctima, el trabajo de la defensa es demostrar que, en realidad, no se ha causado ningún daño, puesto que la intención de quedar no se ha materializado.
La defensa legal en un caso de grooming
Un abogado especialista en delitos de tipo sexual debe distinguir entre los hechos y la intención del cliente, ofrecer un contexto y poner el caso en perspectiva.
Muchas veces, los autores de un delito de grooming han sido víctimas de abusos sexuales, sufren algún tipo de trastorno mental o son consumidores habituales de algún tipo de sustancia.
Estos hechos pueden ser claves a la hora de plantear la defensa legal de un caso de grooming, ya que suponen un atenuante o, en ocasiones, un eximente válido a los ojos de la ley, lo que supone una sentencia reducida y marcar la diferencia entre ir a prisión durante varios años o volver a casa con una sentencia suspendida o bien transformada en trabajos en beneficio de la comunidad.
Es el trabajo de la defensa presentar la evidencia que demuestra estas circunstancias y argumentar en favor de una suspensión o una transformación de la sentencia por un delito de grooming.