¿Te acusan de causar lesiones al alguien (delito de lesiones o delito leve de lesiones)? En este artículo te explico lo que deberías hacer si te acusan de un delito de lesiones en España.

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Qué es el delito de lesiones en el Código Penal
El concepto de lesión es cualquier alteración o menoscabo de la integridad corporal o de la salud física o mental de la persona agredida.
El concepto de lesión es muy amplio, por eso es necesario especificar un poco más. En concreto, el Código Penal español considera lesiones lo siguiente:
- Cualquier daño corporal. Esto incluye algo tan nimio como un moratón o un arañazo.
- Cualquier perturbación de las funciones del cuerpo. Por ejemplo, si pierdes la movilidad de un miembro, aunque sea sólo parcialmente.
- La modificación de la forma de alguna parte del cuerpo. Por ejemplo, cualquier mutilación, por pequeña que sea.
- Cualquier malestar físico de cierta entidad. Esto incluye, por ejemplo, el dolor.
- Alteraciones psíquicas que requieran un tratamiento, por ejemplo, un terror a salir a la calle por miedo a ser atacado de nuevo.
En la práctica, los jueces entienden que hay un delito de lesiones…
- Cuando se produce un daño físico en la víctima.
- Cuando se requiere un tratamiento médico quirúrgico. Por ejemplo, si hay que dar puntos de sutura en una herida, ya se considera un delito de lesiones. Esto excluye una cura sencilla, como por ejemplo un simple vendaje para cubrir una herida superficial.
- Cuando los daños son intencionados (dolosos), es decir, no son producto de un accidente o de una imprudencia.
El delito de lesiones asume que los daños son siempre consecuencia de una agresión. La agresión supone que hay intención de hacer daño a la otra persona. Esto excluye las lesiones que se produzcan a consecuencia de un procedimiento médico que cuenta con el consentimiento de la víctima.
Qué hacer si te acusan de un delito de lesiones en España
Si te acusan de un delito de lesiones en España, deberías hacer lo siguiente:
Mantén la calma
Para hacer frente a una acusación por un delito de lesiones, lo primero tienes que mantener la calma, aunque debes ser consciente de que tienes un grave problema. Si no te lo tomas en serio, una acusación por un delito de lesiones te puede llevar a la cárcel.
Recuerda que en España, quien acusa tiene la carga de la prueba. Es decir, que la persona que acusa tiene que demostrar con pruebas (obtenidas legalmente) que has cometido algún delito.
Muchas personas acusadas de un delito grave como las lesiones pasan por una fase de negación y no hacen nada hasta que ya es muy tarde para organizar su defensa legal.
Supongamos que alguien te acusa de un delito de lesiones y no te tomas en serio la acusación porque piensas que se trata de algo sin importancia. Si no tomas inmediatamente medidas, te puedes encontrar con una condena por un delito de lesiones que te puede llevar a la cárcel.
Qué hacer si te acusan de un delito de lesiones
Busca un abogado experto en lesiones
Si te acusan de un delito de lesiones, lo primero que debes hacer es buscar un buen abogado, cuanto antes, mejor. Pero no contactes con cualquier abogado, busca un abogado penalista que sea experto en la defensa de personas acusadas de lesiones.
Una acusación por un delito de lesiones es un asunto demasiado serio como para ponerse en manos de cualquier abogado. Muchos abogados trabajan sobre todo en temas civiles y de familia (divorcios y demás), no son especialistas en Derecho Penal, mucho menos en lesiones.
Tu abogado te informará de tus derechos, por ejemplo, si tienes obligación de permitir a la policía que registre tu vivienda.
También te informará de la pena que te podría caer si resultas condenado por un delito de lesiones en España.
También te dará consejos sobre lo que debes o no debes decir durante el juicio.
También te aconsejará sobre la conveniencia de llegar a un acuerdo con el fiscal para que reduzca la gravedad de la acusación.
Lo ideal es que el juez de instrucción archive la denuncia nada más llegar al juzgado, pero un buen abogado debe estar preparado para llegar a juicio si es necesario.
Por desgracia, muchos abogados tienen miedo de ir a juicio y buscan llegar a una conformidad con fiscalía admitiendo la culpabilidad de su defendido a cambio de una reducción en la pena, sin ni siquiera intentar una defensa.
Hay quien piensa que porque tengas un abogado particular, los jueces pensarán que eres culpable. De hecho, ocurre al contrario, si tienes un abogado desde el primer momento en que alguien te acusa de haber cometido un delito, es más probable que puedas demostrar tu inocencia.
Si no haces nada para desacreditar las pruebas que aporta la policía o la acusación particular, es mucho más probable que te condenen en un juicio.
Según la Constitución, toda persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Sin embargo, si no cuentas con un buen abogado que te ayude a desmontar la versión de la acusación, puede que finalmente demuestren tu culpabilidad.
Importante: no ocultes información a tu abogado pensando que algo no es relevante o que no va a salir en el juicio, porque mi experiencia es que siempre sale.
Si en el juicio sale algo que tu abogado desconocía, no tendrá preparada una estrategia de defensa y el caso se puede torcer en tu contra, porque puede que los hechos te dejen en muy mal lugar.
Qué hacer si te acusan de un delito de lesiones
No hables con nadie sobre el tema
No hables con nadie sobre la acusación. Esto incluye amigos, familiares o compañeros de trabajo, ya que el fiscal podría citarlos como testigos para que declaren en el juicio.
Recuerda que los testigos están obligados a decir la verdad en un juicio y que casi nadie se atreve a cometer un posible delito de falso testimonio e ir a la cárcel por salvarte a ti, por muy amigos tuyos que sean.
Qué hacer si te acusan de un delito de lesiones
No declares en comisaría, es tu derecho
Salvo que tu abogado te diga lo contrario, no digas nada si te llaman a declarar en comisaría (es tu derecho constitucional). Esto es lo que hacen los delincuentes habituales, por algo será.
Casi siempre es mejor esperar a dar tu versión de los hechos delante del juez de instrucción, una vez que tu abogado haya podido ver los cargos que la policía tiene contra ti.
No pienses que el hecho de acogerse a tu derecho a no declarar en comisaría te hace parecer culpable. Acogerse a tu derecho a no declarar en comisaría no indica nada sobre tu culpabilidad.
Otra cosa sería negarse a declarar ante el juez, pero para ese momento tu abogado habrá podido ver los cargos y te habrá aconsejado sobre lo que tienes que decir.
Puede que no hayas hecho nada y que seas totalmente inocente de lo que se te acusa, pero también puede ocurrir también que, sin buscarlo, te hayas metido en un lío. Declarando en comisaría no vas a arreglar nada y tan sólo puedes empeorar las cosas.
Qué hacer si te acusan de un delito de lesiones
No intentes convencer a la policía de tu inocencia
Si alguien te acusa de un delito de lesiones, aunque sea una acusación falsa o un error, no cedas a la tentación de intentar convencer a la policía de que no has cometido el delito de que te acusan. Lo mejor es decir, NO voy a decir nada si mi abogado no está presente.
Tu abogado es el único capacitado para valorar si tu participación en los hechos de que se te acusa suponen, por ejemplo, un caso de colaboración necesaria, de encubrimiento, o de causa mayor.
Salvo que te lo aconseje tu abogado, lo mejor es permanecer callado y no responder a las preguntas de la policía. Es la única opción que, al menos, te asegura que no vas a empeorar las cosas.
No te preocupes, que tendrás tu oportunidad para dar tu versión de los hechos cuando estés delante del juez. El hecho de no haber declarado en comisaría no te hace parecer culpable a sus ojos, pero si dices algo que pueda perjudicarte, luego es muy difícil desdecirse, ya que no resulta creíble.
Además, todo el mundo está tan nervioso cuando declara ante la policía, especialmente si eres inocente, que es muy posible que, al contar tu versión de los hechos, olvides algunos detalles que quizás recuerdes cuando estés delante del juez.
El hecho de que la versión que has dado a la policía no coincida exactamente con la que das delante del juez puede parecer que estabas ocultando cosas, o que te has inventado algo, aunque en realidad sea tan sólo un fallo de memoria debido a los nervios. Por eso, es mejor acogerse a tu derecho a no declarar delante de la policía.
Es mucho mejor explicar tu versión de los hechos a tu abogado durante la reunión en privado a la que tienes derecho. Tu abogado es quien puede valorar si tienes algo que ver con aquello de lo que se te acusa o si se trata de un error. Puede que tu participación en los hechos, por pequeña que sea, pudiera ser constitutiva de un delito de colaboración o de encubrimiento. Por eso, es mejor dejar que sea tu abogado el que te diga qué es lo que deberías declarar, una vez que estés delante del juez.
Recuerda que la policía no está para decidir si eres inocente o culpable, sino para investigar los hechos por orden del juez.
Qué hacer si te acusan de un delito de lesiones
No mientas a la policía
Si la policía te pregunta algo, nunca mientas. Mentir siempre te deja en un mal lugar, además de que podría constituir un delito de entorpecimiento a la justicia.
Es mejor acogerse a tu derecho a no declarar que insistir en algo que luego se puede demostrar fácilmente que no es verdad.
Qué hacer si te acusan de un delito de lesiones
Escribe un relato de los hechos
Escribe en un relato pormenorizado de tu versión de los hechos. Esto te ayudará a recordar hasta el último detalle.
Dale una copia del relato a tu abogado, para que se haga una idea clara de lo que ha ocurrido.
Qué hacer si te acusan de un delito de lesiones
Busca pruebas de tu inocencia
Intenta reunir pruebas de que eres inocente y de que tú no has cometido los hechos que se te imputan.
Recuerda que la policía o la persona que te ha denunciado es quien tiene que demostrar que eres culpable; mientras tanto, se presume que eres inocente.
Después de una acusación por un delito de lesiones, especialmente si se trata de un error, es necesario reunir las pruebas que demuestren tu inocencia y entregarlas a tu abogado. Sobre todo, no dejes que caigan en manos de la policía, que podría utilizarlas en tu contra.
Mientras estás buscando pruebas de tu inocencia, puede que encuentres algo que te perjudica. No lo destruyas ni lo ocultes, porque esas cosas, al final, terminan saliendo a la luz. Destruir u ocultar pruebas te deja en muy mal lugar y hace que parezcas culpable a los ojos del juez.
Si encuentras algo que te perjudica, habla primero con tu abogado, que te aconsejará sobre la mejor manera de tratar el tema y te ayudará a trazar una estrategia de defensa para demostrar tu inocencia, a pesar de la existencia de pruebas en tu contra.
Qué hacer si te acusan de un delito de lesiones
Haz una lista de todos los posibles testigos
Si sabes de alguien que podría testificar a tu favor en el juicio, intenta conseguir su número de teléfono, pero no lo llames; espera a que lo haga tu abogado. Incluye junto a cada uno de los posibles testigos una breve biografía y un comentario sobre qué es lo que pueden aportar en tu caso.
No te limites sólo a los testigos que pueden testificar a tu favor. Incluye en la lista también aquellos que piensas que pueden testificar en tu contra y deja que sea tu abogado quien decida si merece la pena hablar con ellos antes del juicio para saber lo que van a decir.
No dejes a nadie fuera de la lista pensando que su testimonio no es relevante, deja que sea tu abogado quien decida quién es relevante y quién no lo es. A veces, testigos que el acusado piensa que no son relevantes resultan ser los más importantes para su caso.
La defensa legal por un delito de lesiones
La defensa legal de un delito de lesiones varía dependiendo de las circunstancias, sobre todo porque estos casos pueden ser desde muy simples hasta muy complejos.
Aunque tu abogado sea la persona más indicada para diseñar tu estrategia de defensa legal ante una acusación penal por un delito lesiones, aquí tienes algunas de las estrategias de defensa que podría utilizar:
Defensa propia
La defensa propia es probablemente la estrategia más utilizada ante una acusación por un delito de lesiones. Para poder utilizar el atenuante de defensa propia, tu abogado debe demostrar lo siguiente:
- Que la otra persona te estaba amenazando o intentando agredirte.
- Que había razones de peso para temer que la otra persona tenía intención de cumplir su amenaza.
- Que por tu parte no ha habido provocación o violencia previa.
- Que no había posibilidad de evitar fácilmente la pelea abandonando la escena de los hechos.
Ejemplo 1: Supongamos que te encuentras con un desconocido en un local cerrado, un tipo grande que te grita improperios y que adopta una postura amenazante. Sientes mucho miedo y golpeas al desconocido. A continuación sales huyendo en cuanto que tienes oportunidad. En este caso, puedes alegar durante el juicio que estabas actuando en defensa propia.
Ejemplo 2: Supongamos que te enzarzas en una discusión con un desconocido. El desconocido te insulta y tú le insultas a su vez y amenazas con golpearle. En ese momento, el desconocido te golpea y tú le devuelves el golpe. En este ejemplo no podrías utilizar la defensa propia como estrategia de defensa legal en un juicio porque has participado en los hechos que han dado lugar a la pelea.
La estrategia de la defensa propia tiene limitaciones. Por ejemplo, el hecho de actuar en defensa propia no permite utilizar una fuerza desproporcionada para defenderte. Es más, la fuerza que utilices para defenderte debe ser proporcional a la amenaza. Por ejemplo, si la otra persona es mucho más débil que tú, no sería legítimo golpearle, aunque te esté amenazando, ya que dada la diferencia de fuerza, las amenazas no suponen un peligro real para tu integridad física.
En la práctica, el uso de la fuerza para defenderse depende de las circunstancias. La norma que suelen aplicar los jueces es si una persona razonable y sensata, en las mismas circunstancias, respondería con la misma fuerza para defenderse.
Los jueces también tienen en cuenta factores como la edad, el tamaño o la fuerza física de la persona que alegas que te ha atacado y de la que te has defendido utilizando para ello la fuerza física que le ha provocado las lesiones de las que te acusan
Defensa de terceros
La defensa de otras personas que estaban siendo agredidas o amenazadas es la segunda estrategia de defensa más utilizada para un delito de lesiones. La diferencia es que la amenaza o la agresión es contra otra persona, no contra uno mismo.
Al igual que la defensa propia, la amenaza de agresión debe ser creíble y generar un miedo real en la persona amenazada. En ese caso, sería razonable utilizar la fuerza para defender a esta persona de una posible agresión que parece cierta e inminente.
No hace falta que te diga que la fuerza utilizada debe ser proporcional a la amenaza que supone la otra persona.
La defensa de la propiedad
Defender la propiedad ante un robo o para recuperar lo robado puede ser una estrategia de defensa razonable ante una acusación por un delito de lesiones. Esto supone que la persona que ha sufrido las lesiones estaba entrando ilegalmente en una propiedad privada o que tenía en su poder algo que t pertenece.
La propiedad no goza de la misma protección que la vida, por lo que el uso de la fuerza en este caso está más restringido y es más difícil utilizar esta estrategia como defensa, salvo en casos muy puntuales.
En cualquier caso, la fuerza utilizada para defender la propiedad debe ser proporcional a la amenaza del intruso. Así, no resultaría razonable disparar sobre un intruso que viene desarmado y que no está intentando agredirte.
Tampoco sería razonable utilizar la violencia para recuperar algo cuya propiedad esté en discusión o pendiente de un juicio.
Pero sí sería razonable utilizar cierto grado de fuerza para recuperar una propiedad que te acaban de arrebatar por la fuerza o aprovechando un descuido.
Eso sí, la fuerza debe ser la mínima necesaria para recuperar la propiedad. Por ejemplo, si la persona que te ha hurtado la cartera te la devuelve si te percatas del hurto, no sería razonable tomarte la justicia por tu cuenta y pegarle un puñetazo como represalia.
Fue culpa del demandante
Una estrategia de defensa ante un delito de lesiones puede ser alegar que la persona que te acusa es el culpable de sufrir sus propias lesiones.
Por ejemplo, supongamos que un trabajador de la construcción entra en la obra sin llevar el casco reglamentario, a pesar de que la empresa le ha informado de que debe usarlo y le ha puesto uno a su disposición. En este caso, las lesiones producidas por un accidente pueden deberse a la actuación negligente del trabajador.
También puede ser que las lesiones sean más graves de lo que serían si el trabajador hubiera tomado las precauciones establecidas por la empresa. En este último caso, la empresa sólo sería responsable de un delito leve de lesiones leves.
Otro caso, supongamos que tras una pelea alguien sufre una lesión. Si esta persona no acude a los servicios médicos y, por eso, la lesión se agrava o se cronifica, se puede alegar que, en realidad, se trata de un delito leve de lesiones agravadas por la actuación negligente de la víctima, que no buscó atención médica cuando debía.
Puede darse también el caso de que el demandante sea parcialmente responsable de las lesiones por culpa de una actuación negligente; por ejemplo, si en un accidente de tráfico, el demandante no llevaba puesto el cinturón de seguridad. En este caso, el juez puede bien desestimar los cargos o bien reducir proporcionalmente la responsabilidad del acusado y, por lo tanto, la cantidad con la que debería indemnizar a la víctima por las lesiones que ha sufrido.
El plazo ha prescrito
Un buen abogado debe conocer muy bien el plazo de prescripción para cualquier delito. Si el plazo para poner una demanda por un delito de lesiones ha prescrito, entonces el juez debería archivar el procedimiento.
Pero si tu abogado no pide el archivo por prescripción, es muy probable que el procedimiento siga adelante, ya que el fiscal no es probable que pida el archivo de la causa, aunque el delito haya prescrito.
En el caso de un delito de lesiones, el plazo para poner la demanda es de 1 año. Una vez que ha prescrito el plazo, no puedes poner una demanda; y si lo haces, es probable que se archive.
Lesión preexistente
Otra estrategia de defensa frecuente en un caso de lesiones es alegar que, de hecho, la lesión ya existía antes de la agresión.
Para poder alegar esto, tu abogado debería pedir informes médicos de la víctima donde se especifique el tipo de patologías que sufría antes de los hechos que denuncia.
Si hay informes médicos que ratifican que las lesiones son anteriores a los hechos, entonces no se te puede considerar responsable y el juez debería archivar el procedimiento.
Suele ser el caso que la víctima reconoce la existencia de las lesiones, pero alega que se ha producido un empeoramiento a consecuencia de la agresión. En este caso, tu abogado debería aportar un informe médico que contradiga esta versión de los hechos.
Al final, le corresponde al juez, en virtud de las pruebas aportadas por cada una de las partes, decidir sobre el posible agravamiento de una lesión anterior a consecuencia de la agresión.
Consentimiento
Cuando alguien participa de forma voluntaria en un deporte que incluye el uso de cierta violencia, como puede ser el boxeo o la lucha, no es posible demandar al oponente si sufres alguna lesión a consecuencia de un golpe.
Normalmente, este tipo de competiciones están muy reguladas en cuanto al uso que se puede hacer de la violencia, y no se permiten ciertos golpes o acciones que pueden resultar en lesiones graves.
En general, las violaciones del reglamento se sancionan deportivamente, pero podría darse el caso de que alguien acudiera a los tribunales si considera que la acción del otro supone un delito de lesiones.
Autoridad
Ciertas profesiones, como los policías o los guardias de seguridad, están autorizados a utilizar cierta fuerza cuando su trabajo lo exige. Por ejemplo, si alguien se resiste a ser detenido por la policía, ésta puede recurrir a la fuerza para hacerlo.
La fuerza que emplea la policía debe ser proporcional a la resistencia que opone el detenido. Por ejemplo, no estaría justificado disparar a alguien tan sólo porque se resiste a ser detenido.
Acuerdos extrajudiciales
Muchas veces, las partes llegan a un acuerdo extrajudicial sobre la indemnización que le corresponde a la víctima por las lesiones que ha sufrido. En este caso, pueden firmar el acuerdo por el que se indica expresamente que la víctima retira la demanda y renuncia a perseguir el delito.
Pero en el caso de un delito de lesiones, puede que el fiscal decida continuar con los cargos, aunque las partes lleguen a un acuerdo extrajudicial.
El fiscal es un funcionario público independiente, que no tiene obligación de adherirse a los acuerdos a los que puedan llegar las partes.
Sin embargo, una vez que la víctima se considera compensada y retira la denuncia, no es frecuente que el fiscal decida continuar de oficio con este tipo de procedimiento, salvo que tenga razones para pensar que la víctima ha sido coaccionada para aceptar el acuerdo, o que considere que el acuerdo es claramente injusto y que, por alguna razón, la víctima no está velando por sus propios intereses.
Cuál es la pena por un delito de lesiones
El delito de lesiones se castiga con un mínimo de 3 meses de cárcel (máx. 3 años) y con una multa.
Agravantes del delito de lesiones
Se consideran agravantes del delito de lesiones los siguientes:
- Si se ha utilizado algún tipo de arma u objeto contundente en la agresión.
- Si hay ensañamiento o alevosía.
- Si la víctima es menor de 12 años.
- Si la víctima es tu esposa o una persona especialmente vulnerable que convive bajo tu mismo techo.
La pena para un delito de lesiones «agravado» es de un mínimo de 2 años de prisión (máx. 5 años).
Atenuantes del delito de lesiones
La provocación se considera un atenuante del delito de lesiones. Si la agresión se ha producido a causa de una provocación, entonces la pena se reduce en uno o dos grados.
Es decir, que si las lesiones causadas son graves, pero son como consecuencia de una provocación, entonces se castigan como si fueran unas lesiones leves o menos graves.
Cuál es la pena por un delito leve de lesiones (lesiones leves)
Cuando la agresión no produzca lesiones que requieran de algún tipo de tratamiento quirúrgico, el delito de lesiones es leve y se castiga tan sólo con una multa (no lleva pena de prisión).
Cuál es la pena por un delito de lesiones «muy graves»
La ley especifica como lesiones muy graves lo siguiente:
- La mutilación o inutilización de un miembro principal: Se consideran lesiones muy graves las que causan la pérdida de un miembro u órgano principal, por ejemplo, si la víctima pierde la visión de un ojo o se queda tetrapléjico. Los jueces valoran la gravedad de las lesiones dependiendo de si el órgano o el miembro es más o menos importante. Obviamente, no es lo mismo perder un brazo que perder un dedo de la mano.
- Deformidad grave: Si la víctima sufre una alteración estética importante, aunque no afecte al funcionamiento de ningún miembro o de ningún sentido, se considera una lesión muy grave.
- Mutilación genital: En España, la mutilación genital de las niñas, algo habitual en algunas culturas africanas, se considera una lesión muy grave.
Cuando las lesiones son muy graves, el delito de lesiones se castiga con un mínimo de 6 años de prisión (máx. 12 años).
Cuál es la pena por un delito de lesiones «graves»
Se consideran lesiones graves las que afectan a un miembro no principal, en concreto:
- Mutilación o inutilización de un miembro o un órgano no principal
- Deformidad leve en una parte poco visible.
El delito de lesiones «graves» se castiga con un mínimo de 3 años de prisión (máx. 6 años).
Cuál es la pena por un delito de maltrato de obra
Si la agresión no produce ningún tipo de lesiones a la víctima, el delito se llama de maltrato de obra y se castiga tan sólo con una pequeña multa.
Cuál es la pena por un delito de lesiones imprudentes
Si las lesiones no son producto del dolo (no había intención de causar las lesiones), te pueden acusar de un delito de lesiones imprudentes. Es decir, que las lesiones que sufre la víctima son producto de un accidente fortuito (no planificado), eso sí, causado por tu culpa. Aunque seas el culpable de las lesiones, como no tenías intención de lesionar a la otra persona, se trataría de una lesión producto de una imprudencia.
Las lesiones imprudentes, normalmente, se producen conduciendo, por ejemplo, cuando atropellas a alguien por no prestar atención. Pero también se producen en el entorno laboral, por ejemplo, cuando un trabajador no respeta la normativa de seguridad y causa un accidente. También se producen en el deporte, por ejemplo, cuando un deportista golpea a otro en el transcurso de una competición o en el manejo de un arma durante la caza.
La imprudencia no siempre es producto de hacer algo, sino que también puede ser una imprudencia por no hacer nada cuando deberías haberlo hecho para evitar las lesiones. En este caso te pueden acusar de un delito de lesiones imprudentes por omisión. Por ejemplo, si una empresa no tiene las medidas de seguridad necesarias para evitar accidentes laborales.
Se puede dar el caso de que, en un mismo suceso, se produzcan lesiones dolosas (intencionadas) y otras fortuitas (imprudentes). En este caso, te acusarían de dos delitos distintos, uno por las lesiones dolosas y otro por las imprudentes. Supongamos que tu intención era causar unas lesiones leves, pero el resultado de tu acción es una lesión grave o muy grave. En este caso, te acusarían de un delito de lesiones leves y de un delito de imprudencia con resultado de lesiones graves o muy graves.
Las lesiones imprudentes se castigan dependiendo de la gravedad:
- Lesiones leves (aquellas que no requieren intervención médico-quirúrgica): Si la imprudencia ocasiona unas lesiones leves que no requieren ni siquiera dar unos puntos, no hay responsabilidad penal (no tienen castigo).
- Lesiones menos graves (aquellas que requieren algún tipo de intervención médico-quirúrgica): Si las lesiones requieren algún tipo de tratamiento quirúrgico, por ejemplo, hay que dar unos puntos de sutura, entonces la imprudencia se castiga con una pena de prisión mínima de 3 meses (máx. 6 meses).
- Lesiones graves (aquellas que resultan en la pérdida de un miembro no principal o deformidad leve): En este caso, la imprudencia se castiga con una pena de prisión mínima de 6 meses (máx. 2 años).
- Lesiones muy graves (aquellas que resultan en mutilación de un miembro principal o deformidad grave): En este caso, la imprudencia se castiga con una pena de prisión mínima de 1 año (máx. 3 años).
Cuál es la pena por un delito de lesiones a consecuencia de una pelea
El delito de lesiones es independiente de la forma como se han causado. Pero el hecho de participar en una pelea (riña tumultuaria) ya se considera un delito en sí mismo, aunque no se produzcan lesiones.
Participar en una pelea se castiga con un mínimo de 3 meses de prisión (máx. 1 año). Por lo tanto, si las lesiones se producen durante el transcurso de una pelea, te podrían acusar de dos delitos, un delito de lesiones y otro delito de riña tumultuaria.
Quién es responsable de los daños o lesiones que causa un menor de edad
A la hora de denunciar a un menor por robo o por agresión, es importante tener claro quién es el responsable civil subsidiario de las lesiones que ha causado, ya que si reclamas a la persona equivocada, no vas a recibir nada.
Hay que tener en cuenta también que muchos menores que delinquen habitualmente están tutelados por la comunidad autónoma, así que en este caso, los padres no responden de los actos del menor.
Muchos de los menores que delinquen habitualmente están tutelados por la comunidad autónoma
Dependiendo de quién tenga la guardia y custodia del menor, el responsable de pagar los daños cometidos por el menor pueden ser alguno de los siguientes:
- Los padres: por defecto, los padres del menor son los responsables pagar los daños causados por el menor, siempre que tengan la guardia y custodia. Hay veces que los mismos padres piden que sea la comunidad quien tutele a sus hijos, precisamente para evitar que los daños que causan sus hijos con sus continuas travesuras arruinen a sus padres.
- Los tutores: A veces la guardia del menor la tienen los abuelos, o un hermano mayor, o un tío, porque los padres han fallecido o porque están en prisión. En este caso, los tutores son los responsables subsidiarios.
- La comunidad autónoma: Si el menor ha sido abandonado por sus padres, caso de los menores que llegan a nuestro país solos, o bien un juez ha retirado la tutela a los padres, es la comunidad autónoma quien tiene la tutela y por lo tanto la responsable subsidiaria de pagar los daños que haya cometido el menor.
- El colegio o centro educativo donde estudia el menor: Si el menor, por ejemplo, agrede a un compañero de clase dentro de las instalaciones del colegio, entonces no son los padres los responsables de los actos del menor, sino el centro educativo que tiene temporalmente la labor de vigilar a los menores que tienen bajo su responsabilidad de educar.