Qué hacer si te acusan de ayudar a cometer un delito (colaboración) en España

¿Te acusan de ayudar a cometer un delito en España y no sabes qué hacer? En este artículo te explicamos lo que tienes que hacer si vives en España y te acusan de ayudar a alguien a cometer un delito.

Ayudar a un amigo a cometer un delito

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Qué hacer si has ayudado a alguien a cometer un delito

Ayudar a alguien a cometer un delito es también un delito. Puede que la policía te acuse de ser también autor del delito, de ser un cómplice, de ser cooperador necesario o de ser simplemente un encubridor del delito.

En este artículo te explicamos las distintas posibilidades y lo que debes hacer en cada caso.

Estaba presente cuando se cometió el delito

El hecho de estar presente o de acompañar a alguien cuando comete un delito es suficiente para que también te acusen a ti de cometer ese delito, por eso deberías denunciar el hecho. En caso contrario, te verás implicado.

Supongamos que estás caminando por el parking de un centro comercial junto con unos amigos. Dos de ellos deciden romper la ventanilla de un coche para robar un ordenador portátil que está a la vista en uno de los asientos. En este caso ¿crees que culparían del delito?

Como norma, no te culparían a no ser que hayas planificado previamente el robo junto con tus amigos o que les hayas ayudado a cometer el delito. Es decir, que estar presente cuando alguien comete un delito no necesariamente significa que has animado al delincuente a cometer el mismo o que les has ayudado, por lo que no serías responsable del mismo.

Pero si no denuncias el hecho y estabas presente o tienes conocimiento, te conviertes en encubridor (autor de un delito de encubrimiento). El delito de encubrimiento está penado con hasta 3 años de cárcel.

Ayudé a unos amigos a cometer el delito

Ayudar a alguien a cometer un delito es en sí mismo un delito y la policía te puede acusar por ser cómplice del autor del delito.

Por ejemplo, si además de estar presente cuando tus amigos robaron el ordenador portátil estabas vigilando por si venía alguien, estás siendo cómplice del delito, ya que estás facilitando que el delincuente pueda cometer el delito con mayor tranquilidad que si estuviera sólo.

Cuando un grupo de amigos están presentes durante la comisión de un delito, es muy difícil saber el papel de cada uno durante la comisión del mismo, por lo que es frecuente que la policía acuse a todos por igual de la comisión del mismo.

Incluso en el caso de que la víctima pueda identificar al autor material del delito, el juez puede condenarte si estabas presente y no hiciste nada para impedir que tu amigo cometiera el delito. Por eso, si ves a un amigo tuyo cometiendo un delito y no quieres ser acusado de ser cómplice, lo que deberías hacer es intentar impedirlo o al menos llamar inmediatamente a la policía informando de la comisión del mismo.

La responsabilidad penal por acciones de otros

Cuando cometes un delito junto con otras personas, también puedes ser responsable de sus actos y la policía puede acusarte del mismo delito que al resto de los detenidos.

Supongamos que aparece el propietario del coche justo cuando tus amigos están intentando robar el ordenador portátil del interior. El propietario del coche seguramente va a intentar arrebatar el portátil de la persona que lo tenga en ese momento. Quizás tu amigo saque una navaja y amenace al propietario con matarlo si se acerca.

En este caso, incluso si no has amenazado directamente al dueño del portátil, puede que te acusen de robo con fuerza. Efectivamente, te has convertido en cómplice de lo que ha hecho tu amigo y el juez te puede condenar por el mismo delito que a tu amigo.

Planificar un delito junto con otros

Si te reúnes con otras personas para planificar un delito, puede que te acusen de la comisión del mismo, incluso aunque se den alguna de las siguientes circunstancias:

  • Que el delito no se llevara finalmente a cabo
  • Que el delito se intentara sin éxito
  • Que te retiraras del plan antes de que el delito se llevara a cabo

El hecho de planear un crimen puede ser en sí mismo un delito. Dependiendo del resultado final del plan, el delito puede ser:

  • Conspiración para cometer un crimen: cuando el plan no se lleva a cabo.
  • Proposición de un delito: cuando alguien propone a otro cometer un crimen.
  • Provocación: cuando alguien genera las circunstancias propicias para que se cometa un delito.
  • Incitación al delito: cuando alguien intenta convencer a otro para que cometa un delito.
  • Delito en grado de tentativa: cuando se intenta cometer un delito pero sin éxito.

Para que la planificación del delito sea en sí misma un delito, se exige que se lleven a cabo acciones objetivas para cometer el mismo, ya que los actos preparatorios en el derecho español son por definición no punibles. Por ejemplo, no sería delito pensar en ello ni comentar con un amigo de forma ligera la posibilidad de cometer un delito. Pero sí que sería delito comprar un arma o herramientas para cometer el delito, hacer seguimientos de la víctima o contratar a un sicario para que cometa el crimen en tu nombre.

El crimen organizado

Una organización criminal es un grupo organizado de tres o más personas que se reúnen con la intención de cometer uno o más delitos graves con el objetivo de lucrarse o conseguir dinero, como puede ser un robo o el tráfico de drogas.

Si participas en actividades de una organización criminal, estás cometiendo un delito, incluso en el caso de que lo que hagas no sea ilegal, de que no sepas la identidad del resto de los miembros del grupo o que no formes parte del grupo normalmente.

La defensa legal de alguien que ha ayudado a cometer un delito en España

Muchas veces se acusa a alguien de ser cómplice de un delito símplemente porque estaban cerca cuando se cometió el mismo. En ocasiones una persona cercana al delincuente se ve implicada en el delito, por ejemplo, un amigo, un compañero de piso, un pariente o simplemente alguien que pasaba por allí. Esto no significa de ninguna manera que seas el culpable del delito, tan sólo que la policía te acusa por error de haber participado en el mismo.

La defensa legal más efectiva en este caso suele ser la falta de intencionalidad o dolo. Es decir, que para que haya un delito, primero tiene que haber alguien que tiene la intención de cometer el acto criminal.

Para que un juez te condene por ser cómplice de un delincuente, el fiscal o la acusación deben probar que tu ayuda se prestó de modo voluntario y a sabiendas de que estabas ayudando a alguien a cometer el crimen. Ayudar de forma involuntaria a alguien a cometer un delito no es en sí mismo un delito, aunque no te exime de tener cierta responsabilidad en el mismo, por ejemplo, a la hora de indemnizar a la víctima por los daños que haya sufrido.

Por ejemplo, supongamos que un amigo te pide que le acerques en tu coche a una gran superficie comercial. Una vez que llegas al centro comercial, sales a pasear junto con tu amigo. Pero en un momento dado tu amigo te deja sólo en entra a la tienda. Cuando sale te dice que no ha encontrado lo que buscaba.

Cuando vuelves al coche de repente salta la alarma porque tu amigo había escondido un valioso artículo debajo de la chaqueta. La policía lo acusa de un delito de hurto, al ser el valor del artículo más de 400€. Como tú estás con él, la policía te acusa de ser cómplice y de haber ayudado a tu amigo vigilando para ver si venía el dependiente del comercio.

Está claro que de alguna manera has ayudado a tu amigo, puesto que habéis venido en tu coche y eras tú el que conducía. Nadie te obligó a venir al centro comercial junto a tu amigo, pero no sabías que tenía intención de cometer un delito. Tu intención nunca fue la de hurtar nada en ninguna tienda, por lo tanto realmente no eres cómplice de un delito de hurto y la policía te acusa de forma errónea de cometer un delito.

Esto es tan sólo un ejemplo, tu abogado es la persona indicada para valorar si tu participación en los hechos constituye un delito y cuál es la mejor estrategia posible en tu caso.